Nyidron revuelve la mantequilla hasta que se derrite completamente en la olla y luego coloca la masa dentro para freír. Una vez que la masa está dorada y crujiente, ella la retira del fuego y espolvorea azúcar sobre ella. El producto final es una delicia llamada Kasai, un pastel tradicional tibetano de Año Nuevo.
Nyidron, una residente local en Lhasa, Tíbet, prepara deliciosa comida para su familia cada año, sin embargo, el secreto de su cocina este año radicaba en la mantequilla de Shenzhen, una ciudad a miles de kilómetros en la costa sur de China.
Como un artículo de primera necesidad para los tibetanos, la mantequilla se utiliza para preparar té y varios tipos de alimentos. Es especialmente de gran demanda en la víspera del Año Nuevo tibetano, que coincide con el Festival de Primavera de este año, el 5 de febrero.
El tren de carga con cinco vagones frigoríficos cargados con 184 toneladas de mantequilla viajó 5.154 kilómetros desde la provincia Guangdong, sur de China, hasta Tíbet, enriqueciendo el mercado feriado en la región.
Durante los meses invernales, la región de pronunciada altitud del Tíbet se cubre de nieve, y su contenido de oxigeno disminuye. Los suministros de invierno que incluyen arroz, verduras y ravioles congelados se llegan a la región provenientes desde otros lugares en el país.
VIAJE ESPECIAL
El 19 de enero, Yang Yulei y Wang Gang abordaron el tren que transportaba mantequilla. A diferencia de otros trenes que salen desde Shenzhen llenos a tope de pasajeros que viajan para el Año Nuevo, Wang y Yang están entre los pocos pasajeros en el tren.
Es un viaje largo y arduo. El viaje completo toma días en completarse; el tren asciende hasta 5.000 metros sobre el nivel del mar hasta las montañas nevadas del Tíbet.
El servicio de trenes frigoríficos con destino al Tíbet inició en septiembre de 2015 por la sucursal de Guangzhou de China Railway Special Cargo Services Co, Ltd. En cada viaje, la empresa engancha sus vagones frigoríficos a los trenes de carga que viajan al Tíbet.
A finales de 2018, se enviaron al Tíbet un total de 57.358 toneladas de carga.
Para el capitán Yang quien ha trabajado en los vagones frigoríficos desde 2015, los retos más grandes que se encuentran en el tren son las temperaturas de congelación y el ambiente de bajo oxígeno.
Además de la falta de oxígeno, es difícil cocinar bien porque el punto de ebullición es más bajo en la meseta, explicó.
“Tenemos que revisar también las instalaciones cada media hora en caso de averías”, añadió.
MERCADO ENRIQUECIDO
El 27 de enero, el tren de carga llegó a su destino en Lhasa con 184 toneladas de mantequilla fresca.
Wang Cong es el agente local de la mantequilla vegetal de Shenzhen Jinli. La mantequilla recién llegada es el cuarto lote de productos que recibió desde principios de enero.
“Vendimos 3.200 toneladas de mantequilla en 2018, y se espera que el volumen de venta reporte un aumento del 10% este año,” señaló, añadiendo que la mantequilla está vendiéndose en Lhasa, Nagchu, Ngari y Shigatse.
Lhaba Cering, subjefe de la asociación de cocina del Tíbet, aseguró que la mantequilla que proviene de fuera de la región ha sido un complemento importante para el mercado local de mantequilla.
LA CONVENIENCIA NACE DE LA CONEXIÓN
La entrada de suministros es posible gracias a la infraestructura de transporte en rápido desarrollo del Tíbet.
A finales de 2018, la longitud total de las carreteras en la región superaba los 90.000 kilómetros.
El ferrocarril Qinghai-Tíbet, que corre 1.956 kilómetros desde Xining en la provincia vecina de Qinghai hasta Lhasa, inauguró en 2006, conectando el Tíbet con el resto del país.
Más de 48,4 millones de toneladas de artículos se han enviado por esta ruta al Tíbet.
La empresa Southseas Oils & Fats Industrial (Chiwan) Limited ha explorado el mercado tibetano de mantequilla desde 1998. Antes de la construcción del ferrocarril, la empresa dependía de los camiones de transporte.
Zhang Wei, un personal de transporte con la empresa, aseguró que en comparación con los camiones, el transporte ferroviario tiene un costo menor, mayor capacidad de carga y es mucho más seguro.
“El tren frigorífico ahorra de unos 200 yuanes (unos 30 dólares USA) a 300 yuanes por tonelada en comparación con los camiones”, explicó.
Se esperan mayores facilidades en el futuro.
El ferrocarril que conecta el Tíbet con la provincia Sichuan está en construcción. El país está también planeando construir un ferrocarril entre el Tíbet y la provincia Yunnan.
Más vagones de tren frigorífico avanzados con controles de temperatura remotos inteligentes se pondrán en uso en un futuro próximo, según China Railway Special Cargo Services Co, Ltd.
Yang Yulei aguarda con ahínco tal avance. “Nuestros vagones pueden llegar a cualquier lugar siempre que haya un ferrocarril”.



Fuente y fotografía: spanish.china