La formación reivindica que la «reversión de esta tendencia a la privatización» del ferrocarril debe pasar por el lanzamiento de una oferta de empleo público «suficiente para rejuvenecer las plantillas» de las dos compañías férreas y por «garantizar la viabilidad económica y social» de ambas, «recuperando todas las cargas de trabajo subcontratadas».
Con su convocatoria de huelga, de 23 horas de duración, CGT pretende manifestar su rechazo a la «constante subcontratación de servicios ferroviarios por falta de trabajadores» por parte de Adif y Renfe, y a su intención de realizar las nuevas contrataciones con «contratos precarios».
El sindicato considera que «las medidas tomadas durante la última Legislatura han estado todas encaminadas a desmantelar puestos de trabajo estables y dignos para sustituirlos por puestos de trabajo precarios».
Además, CGT denuncia que se han ido «privatizando los servicios más rentables, entre los que cita la gestión de la fibra óptica y el mantenimiento de la infraestructura, y que se apuesta por el AVE mientras «se abandona» la red convencional, «la que usa el 95% de los viajeros».