Mirna Hernández Morales, secretaria de Planeación, Desarrollo Regional y Metropolitano (Sepladerym), puso de nuevo en la mesa el proyecto del tren suburbano, pese a que Alberto Meléndez Apodaca, exsecretario de esa dependencia, lo descartó.
Según la secretaria recién nombrada, este proyecto “está pensado, no previsto”, es decir que aunque sigue en discusión, no hay recursos etiquetados ni anteproyecto que lo respalde.
Lo considera un proyecto vigente por la construcción del aeropuerto de Texcoco y la cercanía con la Ciudad de México, el objetivo es acortar las distancias y ser parte del desarrollo de la capital del país.
El argumento principal para desecharlo fue que los centros de población necesarios para que este medio realice recorridos no están todavía desarrollados, además la falta de sustentabilidad económica.
En 2012 Meléndez subrayó que el tren suburbano podría concretarse conforme al crecimiento demográfico en las zonas Cuautitlán, Huehuetoca, Estado de México, y en el Valle de Tizayuca, donde quedarían trazados los dos ramales según el planteamiento original.
En este sentido es muy difícil que el gobierno federal, el estado y la iniciativa privada inviertan, agregó el funcionario. “El estudio lo que buscaba era precisamente indagar las posibilidades de movilidad y sustentabilidad, hoy por hoy el resultado arrojó que ninguna de las dos rutas planteadas dan esa posibilidad”.
El estudio fue elaborado por la empresa Cal y Mayor y tuvo costo de 27 millones de pesos correspondientes al Fondo Metropolitano etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2010.
