Según la opinión de los usuarios quilmeños de la Lína del ferrocarril Roca, el servició “mejoró muchísimo” a partir de la reanudación del tramo Quilmes-Constitución. En tanto que las estaciones provisorias complicaron la vida de algunos vecinos.
“Los trenes están limpios y no se viaja apretado. En parte creo que es porque los agentes de seguridad del tren están permanentemente controlando que nadie dañe los vagones”, opinó contenta una pasajera que volvía desde Capital. El trayecto se logra en aproximadamente 25 minutos, los coches tienen aire acondicionado y aun conservan el aspecto de estreno. En el furgón las bicicletas pueden viajar colgadas de un “pasamanos especial” diseñado para mantenerlas paradas, de manera que ocupan menos espacio y van más seguras.
Según informó un trabajador del Roca, “las Estaciones Transitorias son seguras, no se mueven y son estables”. Sin embargo, los vecinos se quejan de que “para ser una ‘estación’ les hacen falta 4 cosas indispensables: Cestos de basura, bancos, un techo para el resguardo y, fundamentalmente baños”. Este problema afecta de sobremanera a quienes viven en la calle donde el tren tiene su Terminal ya que, denuncian, todos esos faltantes son suplantados, por algunos usuarios, por la vía pública. De esta manera las veredas están más sucias, el ruido es constante, los pasajeros ingresan en los patios delanteros de las casa para refugiarse de las lluvias y algunos hasta hacen sus necesidades en las entradas de estas casas.
Un problema menor es el de la boletería: Quienes deben comprar su pasaje tienen que ir primero a la “vieja estación” y luego caminar 200 metros hasta la “plataforma transitoria”. Este hecho parece no afectar a los usuarios, quienes dieron poca importancia a este contratiempo.
Perspectiva Sur
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