En cuestión de semanas, los emblemáticos talleres ferroviarios de Tolosa comenzarán a experimentar una transformación radical, en el marco de los trabajos de electrificación del ramal que une nuestra ciudad con plaza Constitución. Según lo adelantó la cartera deTransporte nacional, las instalaciones construidas a fines del siglo XIX, actualmente en virtual estado de abandono, serán remodeladas para albergar una veintena de hectáreas de galpones, playas de maniobras y oficinas.
El proyecto contempla la continuidad de las actividades culturales, deportivas y museísticas que hoy se llevan a cabo en el predio comprendido, a grandes rasgos, entre 520, 528, 115 y 3, en el que también funciona la estación Tolosa. Elaborado por la Unidad de Investigación y Desarrollo en Ingeniería Civil (UIDIC) de la UNLP, prevé el montaje de una nave metálica de 250 metros de longitud bajo cuya protección los convoyes eléctricos recibirán limpieza y mantenimiento.
Financiada por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo, la obra implica una inversión del orden de los 950 millones de pesos. De acuerdo con las condiciones establecidas para su proceso licitatorio por la Unidad Ejecutora Central (UEC) de la cartera de Transporte nacional, el plazo de entrega será de dos años.
Según trascendió, la adjudicación de los trabajos es inminente; luego de ese paso, sólo restará la firma del contrato para que se inicien los movimientos de suelos y demoliciones que harán lugar a catenarias, muros, tableros, salas de informática y sistemas, plataformas de lavado -automatizado y manual- e inspección, playa de estacionamiento para vehículos, planta de tratamiento de efluentes, laboratorios, pañol y talleres de tornería y pintura.
CONSERVACION DE FACHADAS
De los antiguos muros a los que Otto Krause -ver aparte- les puso su sello a fines del siglo XIX, quedará parte de las fachadas, que serán sometidas a tareas de restauración (limpieza de superficies, eliminación de especies vegetales invasivas, reposición de materiales y sellado de fisuras y juntas).
También se conservará el imponente y deteriorado “tanque-mirador”, pero dejará de existir la mesa giratoria existente, que se halla enclavada a la altura de 3 y 524, donde estará la entrada de coches hacia una playa de estacionamiento con capacidad para más de un centenar de vehículos. Se calcula que al menos cien operarios calificados trabajarán en el lugar.
Dentro del enorme tinglado de 13 mil metros cuadrados que reemplazará a la antigua nave industrial, habrá cinco vías “de alistamiento”, flanqueadas por pasarelas elevadas y dotadas de fosas a lo largo de todo su recorrido, donde los trenes eléctricos de fabricación china serán inspeccionados antes de su salida al circuito de servicio.
Además, habrá otras dos vías para atender imponderables que requieran intervenciones de mecánica ligera. “El diseño de la nueva parrilla de maniobras, que comprende unos diez kilómetros de tendido hecho a nuevo, tanto rieles como balasto y durmientes de hormigón, permitirá la salida de trenes tanto en sentido a la capital federal como hacia la estación de 1 y 44 por razones operativas”, precisó Francisco Bissio, de la UIDIC.
La mayor parte de la renovada grilla de rieles estará electrificada, pero habrá tramos puntuales en los que los vagones serán remolcados por motivos técnicos y de seguridad.
