Córdoba – 10/11/2022: La existencia de servicios ferroviarios de alta velocidad suele ser una de las alternativas para el transporte aéreo, especialmente cuando se trata de trayectos medios (los más habituales dentro de España). Ahora bien, un modelo no sustituye al otro, ya que ambos medios de transporte son perfectamente compatibles. De hecho, en España casi todas las ciudades que disponen de AVE también tienen aeropuerto con tráficos nacionales e incluso internacionales.
Sevilla y Málaga son los dos ejemplos más cercanos. Las dos ciudades más grandes de Andalucía también concentran la mayor parte del tráfico aéreo, sobre todo Málaga, con 14 millones de pasajeros en lo que llevamos de 2022 por los cinco millones que escogieron la capital hispalense. Ambas tienen estación de alta velocidad con conexiones hacia Madrid, Barcelona, el Levante español y por supuesto Córdoba, dado que por aquí deben pasar por fuerza todos los trenes de ambas urbes hasta que no se termine el ‘by-pass’ de Almodóvar del Río.
Otros ejemplos de intermodalidad en España se dan en Salamanca, que tiene estación de AVE y un pequeño aeropuerto para vuelos nacionales con 12.000 pasajeros en lo que llevamos de año; la cercana Valladolid, capital de Castilla-León, también con alta velocidad y casi 130.000 pasajeros; o Zaragoza, con casi medio millón de viajeros en avión.
Más al norte, en Galicia Santiago de Compostela también tiene ambos sistemas, gracias a un aeropuerto que ha recibido ya en este 2022 casi 2,5 millones de pasajeros. Sólo lo superan los 4 millones de Bilbao, ciudad a la que está previsto que lleguen los trenes de alta velocidad también a partir del año que viene.
La alta velocidad no es, en esencia, la competencia directa de los vuelos comerciales. La primera suele cubrir trayectos medios y ofrece la ventaja de mayor comodidad y sobre todo facilidad de acceso (la mayoría de las estaciones de tren están en el centro de las ciudades o cerca). Los vuelos, por el contrario, son más rentables para distancias largas.
Una excepción es el puente aéreo Madrid-Barcelona, que sí se vio afectado por la llegada del AVE a la Ciudad Condal, y que puede que aún se resienta más con la entrada de los operadores low-cost en el transporte ferroviario. Sin embargo, sigue existiendo y es la línea aérea más transitada del mundo a pesar de todo. Sólo Iberia tiene 15 vuelos por sentido cada día y ofrece unos 700.000 asientos en total, una cifra superior a la registrada antes de la pandemia. Su servicio es muy parecido al de un AVE, ya que sólo hay que estar en la puerta de embarque con 20 minutos de antelación.
Fuente: ABC