No corre, vuela. Literalmente. El último emprendimiento de la industria ferroviaria japonesa, que patentó el concepto del “tren bala” para aludir a sus ferrocarriles de alta velocidad, tiene en desarrollo un tren de levitación capaz de superar los 600 km por hora. El secreto tecnológico radica en su sistema de suspensión sobre la base, que prescinde de las vías. El rozamiento con ellas haría imposible alcanzar esas velocidades. En su lugar, el tren se desplaza dentro de una guía-viga de hormigón con forma de u. Lo encauzan, lo propulsan y lo sostienen unos diez centímetros en el aire, potentísimos magnetos eléctricos.
“La tecnología está basada en el simple principio de atracción y repulsión magnética: los dos polos de un imán se atraen si son de distinto signo y se repelen si son del mismo. En el fondo, el funcionamiento de cualquier motor eléctrico está basado en el mismo principio, pero aquí se aplica de otra forma”, reseña Iñaki Barrón, director de Alta Velocidad de la Unión Internacional de Ferrocarriles.
A mayor electricidad, mayor campo magnético se crea. El Maglev nipón necesita uno 100.000 veces más potente que el de la Tierra. Para sacarle el máximo a la costosa y abundante energía que precisa, en el ‘Maglev’ se utilizan materiales superconductores, que transmiten mejor la electricidad cuando su temperatura desciende a 269ºC bajo cero.
Otra peculiaridad radica en que esa electricidad se transmite por los laterales de la guía de hormigón. Es como si el motor del tren, en lugar de estar en el interior de la máquina, estuviera en las guías. En su base, otros imanes hacen que el tren flote cuando alcanza al menos 100 km/h. Mientras acelera, unas ruedas lo sostienen. Se retiran en cuanto el tren flota. Otra semejanza con el avión y sus trenes de despegue y aterrizaje. En cambio, el aire aquí no ayuda: que el maglev no vuele aún más rápido se debe en gran medida al aire, que lo roza y lo frena.
La pasión por superar los límites se remonta a 1964, cuando para honrar los Juegos Olímpicos de Tokio celebrados aquel año, Japón fue pionero con su famoso tren bala, el Shinkansen, que hoy recorre las principales ciudades del país a velocidades máximas de 300 km/h.
¿Es seguro viajar en un vehículo que casi dobla la velocidad máxima de un fórmula uno? Un tren alemán que emplea el mismo principio ya generó un disgusto, aunque no por problemas intrínsecos de su tecnología. En 2006, en Lathen (Alemania), murieron 23 personas al chocar uno de estos trenes, en pruebas, contra un vehículo de mantenimiento. Para el director del centro de testeo del tren en Japón, Yasukazu Endo, ése no es el caso del tren de Japón.
“Cuanto más rápido corre, más estable se vuelve”, aseveró con filosofía oriental cuando batió el récord la semana pasada. Sólo doce días antes ya había alcanzado sin problemas los 590 km/h, su primer récord desde 2003, cuando logró los 581 km/h.
Un tren que necesita vigas con superconductores en lugar de vías de hierro y una red eléctrica increíblemente potente no resulta nada barato. Por el momento, Japón cuenta con sólo 42 kilómetros de línea construida para este emprendimiento, la que se empleó para las pruebas, pero el país pretende que el tren comunique la capital con la ciudad de Nagoya, a 286 kilómetros, para 2027. Es necesaria una inversión de 100.000 millones de dólares y la fecha ya se pospuso varias veces. Aun así, el proyecto pone sus miras más allá del tiempo y ambiciona para 2045 la conexión de Tokio y Osaka en poco más de una hora.
Ahora, la palabra la tienen los equipos económicos del país asiático, que deben compatibilzar inversión y beneficio.
Nunca hay apuro por llegar
Inaugurado en 1936, a instancias de la administración colonial francesa, que tardó una década en concluir la obra, el único tramo del ferrocarril que aún opera en la isla de Madagascar demora un promedio de once horas para cubrir un tramo de apenas 170 kilómetros.
En su transcurso, el paisaje cambia de las tierras altas con sus arrozales aterrazados hacia los bajos selváticos hasta desembocar finalmente en el océano Índico, transportando a pasajeros locales cargados de todo tipo de mercancías y algún turista amante de lo exótico.
Top Five
1° Maglev 640 Km/h
En estado de desarrollo.
2° LGV 574 Km/h
Dos ramales en Francia.
3° HSR 460 Km/h
Comunica Pekín /Shangai en China
4° Tokaido 444 Km/h
Tren bala, pionero en Japón
5° AVE 403 Km/h
En España, es caro y polémico.
Diario Bae