Las líneas transportaron 1,728.8 millones de pasajeros entre abril 2024 y marzo 2025. Northern Trains acumuló más de 2 millones de minutos de demoras.
La Oficina de Ferrocarriles y Carreteras (ORR en inglés) publicó ayer un relevamiento anual del transporte ferroviario en el Reino Unido. Los datos oficiales del periodo abril 2024-marzo 2025 confirman la consolidación de la recuperación del sistema ferroviario británico, que movilizó 1.728,8 millones de pasajeros. Esta cifra representa un incremento de 116.6 millones de usuarios respecto al ejercicio anterior, cuando se registraron 1.612,2 millones de viajeros. El crecimiento del 7.2% evidencia el retorno de la confianza en el transporte ferroviario como medio de movilidad preferente tras la crisis sanitaria.
La Elizabeth Line lideró el ranking de crecimiento con 22.6 millones de pasajeros adicionales, alcanzando los 242.9 millones de usuarios anuales frente a los 220.3 millones del periodo previo. Este incremento del 10.2% consolida el éxito de esta infraestructura como eje vertebrador del transporte metropolitano de Londres. La nueva línea ha modificado los patrones de movilidad urbana, ofreciendo conexiones directas que reducen los tiempos de viaje entre el este y oeste londinense.
Govia Thameslink Railway ocupó la segunda posición con un crecimiento de 19.0 millones de pasajeros, totalizando 298.0 millones de usuarios. El aumento del 6.8% refleja la importancia estratégica de sus servicios en el corredor norte-sur de la capital británica y las conexiones aeroportuarias con Gatwick. Esta operadora ferroviaria mantiene su posición como pilar fundamental de la red de cercanías londinense.
South Western Railway completó el podio de crecimiento con 12.4 millones de pasajeros adicionales, incrementando su base de usuarios de 153.2 a 165.6 millones. El aumento del 8.1% demuestra la vitalidad de las conexiones entre Londres y el suroeste inglés, una ruta tradicional que mantiene su relevancia en el sistema de transporte de pasajeros.
Sin embargo, algunas operadoras experimentaron retrocesos. London Overground registró la mayor caída con un millón de pasajeros menos, reduciendo su clientela de 181.4 a 180.4 millones. Esta disminución podría atribuirse a la competencia directa de Elizabeth Line en corredores similares. Heathrow Express perdió 200.000 usuarios, descendiendo de 4.5 a 4.3 millones de pasajeros, mientras que Grand Central experimentó una reducción marginal de 100.000 viajeros.
Los problemas de puntualidad ferroviaria persisten como el principal desafío sectorial. Northern Trains encabezó las estadísticas de demoras con 2.154.631 minutos acumulados, una cifra que evidencia deficiencias estructurales en su extensa red regional. Esta operadora concentra múltiples problemas que van desde la obsolescencia de infraestructuras hasta deficiencias en la gestión operativa.
Govia Thameslink Railway ocupó la segunda posición con 2.060.129 minutos de demora, demostrando que su notable crecimiento de pasajeros contrasta con graves problemas de puntualidad. Great Western Railway completó el ranking de operadoras más problemáticas con 1.603.362 minutos de retrasos, una cifra preocupante para una de las principales arterias del sistema ferroviario nacional.
El análisis de quejas de usuarios revela patrones críticos de insatisfacción. Great Western Railway lideró con 41.087 reclamaciones, reflejando el impacto directo de sus deficiencias operativas en la percepción del servicio. Avanti West Coast registró 33.003 quejas, una cifra elevada para un operador especializado en servicios de larga distancia que debería mantener estándares superiores de calidad.
El informe completo puede consultarse aquí.

