Viedma, Río Negro, Argentina – (APP) En los últimos años el tren en la Patagonia Norte ha recobrado, en la ciudadanía, su valor real como medio de transporte de pasajeros, en parte debido al fuerte impulso que le fue dado desde las organizaciones sociales y la legislatura de Río Negro y Neuquén. Sin duda, la historia del ferrocarril nos retrotrae al impulso creador de las primeras ciudades y poblados a lo largo y ancho de estas provincias. Ahora, 20 años después del abandono de los trenes, y del mantenimiento de los ramales que solo resultaban rentables para las leyes del mercado, pensábamos que estamos cercanos a la recuperación de varios de ellos para beneficio de miles de usuarios pero, lamentablemente, el gobierno nacional esta priorizando en estos momentos la ejecución de obras para el tren de carga sin contemplar en el presupuesto 2018 las obras para el tren de pasajeros.
Recobrar los ferrocarriles tiene un objetivo indudablemente social. La ausencia de los trenes dejó sin conexión a numerosos pueblos y ciudades, propiciando en muchos casos el despoblamiento y cierre de fábricas, talleres y comercios con el inevitable deterioro de la situación social de sus habitantes. Creció así el transporte automotor en detrimento del transporte ferroviario, y hubo que mejorar las rutas con gran gasto de recursos.
La Comisión Interpoderes e Interestadual creada por la legislatura de Río Negro en el año 2008, se abocó al seguimiento del Proyecto “Tren del Valle” que uniría Chichinales en Río Negro con Senillosa en la provincia de Neuquén.
En 2015 se festejó un primer paso, la inauguración del enlace rápido Cipolletti-Neuquén. En la actualidad la cantidad promedio de pasajeros por día se duplico con relación a los comienzos de 2016, pasando de 1.000 a 2.000 pasajeros. Si tenemos en cuenta que de Cipolletti a Neuquén se trasladan más de 4500 personas diariamente por razones laborales, y que en las horas pico el tránsito en la ruta es a paso muy lento, el tren se ha transformado en la manera más rápida y segura de transporte, alternativa a la ruta 22, que encabeza las estadísticas de accidentes a nivel nacional.
El gobierno nacional a través del Jefe de Gabinete de Ministros, anuncio el avance en cuatro obras ferroviarias; Mantenimiento y mejora de la traza de vías del Tren Patagónico (Viedma-Bariloche), Interconexión de vías ferroviarias entre Chelforo y Ministro Ramos Mexía, Proyecto ferroviario Bahía Blanca – Contralmirante Cordero, Renovación traza férrea Cipolletti – Contralmirante Cordero.
Pero, para sorpresa, estas obras no están dentro del presupuesto 2018 que ingreso en el Senado nacional para su tratamiento y, sin embargo, si se anunciaron avances en los trenes de cargas que benefician a la industria petrolera en Vaca Muerta.
Es lamentable que el gobierno nacional no priorice el transporte ferroviario de pasajeros y, sin embargo, financie el de carga, beneficiando una vez más a sectores económicos poderosos que ahorrarán gastos cada vez que los insumos tengan que trasladarse a los alejados pozos petroleros. Los perjuicios nuevamente estarán del lado de la gente, de los ciudadanos que necesitan trasladarse en un medio seguro, rápido, barato y ecológico.
Seguimos siendo testigos de medidas que no persiguen el interés común. Muy por el contrario, en lugar de honrar la vida de la gente, siguen la dinámica de favorecer al sector empresario y sus grandes ganancias.
Fuente y fotografía: appnoticias