Hoy se cumplen 23 años de aquel 10 de marzo de 1993 donde dejaban de circular servicios interurbanos y los trenes generales de larga distancia.
Esta fue la fecha donde se concretó lo que había nacido el 17 de agosto de 1989, durante la presidencia de Carlos Menem, cuando se sanciona la ley 23.696 de Reforma de Estado, dando paso a la privatización de una serie de actividades económicas y productivas, de las empresas del estado.
En el mismo año, el decreto 666/89 daba cumplimiento a la ley anteriormente mencionada y establecía la norma específica para las actividades ferroviarias.
En el caso de los trenes de pasajeros, el decreto 1168/92 ordenaba una abrupta disminución del servicio a partir del 31 de julio de 1992, a partir de lo cual se llevó a cabo una política basada en la desinversión y falta de programación, que se tradujo en sistemáticas cancelaciones de servicios.
El 15 de diciembre de 1992 se firma decreto 2388/92 que prorrogaba el fin de los servicios hasta el día 10 de marzo de 1993.
De esta forma se ponía fin a la empresa Ferrocarriles Argentinos que llegó a cubrir el país con una importante cantidad de servicios de pasajeros y cargas.
La recuperación del sistema ferroviario nacional representa uno de los motores de marcha del país, a nivel de comunicación y transporte. Ésta debe ser una política de Estado a largo plazo y tiene que ser mantenida en el tiempo sin ningún tipo de especulación política.
Agencia Rieles
