La constructora española se adjudicó tres proyectos en Ciudad de México que incluyen la modernización de la terminal Tasqueña y trabajos en el Metro.
La empresa constructora española COMSA ha reforzado su posición en el mercado ferroviario mexicano tras conseguir tres nuevos contratos en Ciudad de México por un valor conjunto de 35 millones de euros. Los proyectos se enmarcan dentro de la estrategia de mejora del transporte público urbano y el impulso a la electromovilidad en la capital mexicana.
El contrato de mayor envergadura contempla la adecuación y modernización de la terminal Tasqueña del Tren Ligero. Las obras incluyen la construcción de una nueva plataforma ferroviaria, la renovación completa de la infraestructura electromecánica de vía y catenaria, además de la rehabilitación de infraestructura peatonal. El proyecto también prevé mejoras en la accesibilidad del Centro de Transferencia Modal e instalación de nuevo alumbrado público.
Paralelamente, COMSA ejecutará trabajos de mantenimiento integral en las líneas A y 12 del Metro de Ciudad de México. Estas actuaciones buscan optimizar el flujo de pasajeros y reforzar la seguridad operativa del sistema, facilitando la interconexión con otros modos de transporte en el marco de las mejoras urbanas previas al Mundial de Fútbol 2026.
En paralelo a estos nuevos contratos, la compañía se encuentra ultimando las obras de rehabilitación de la Línea 1 del Metro. Actualmente se desarrollan las pruebas con trenes en el tramo Chapultepec-Observatorio, con los trabajos de infraestructura ya finalizados. Las próximas fases incluirán la rehabilitación de los Talleres Zaragoza y el mantenimiento integral de vía, instalaciones eléctricas y sistemas hidráulicos y HVAC.
COMSA opera en México desde hace más de 15 años, consolidándose como referente en proyectos ferroviarios gracias a su parque de maquinaria propio y capacidad técnica. La empresa ha participado recientemente en licitaciones de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) para los tramos de pasajeros Saltillo-Nuevo Laredo y Querétaro-Irapuato, evidenciando su apuesta por el desarrollo de la red ferroviaria nacional mexicana.