La multinacional alemana Siemens está negociando con la canadiense Bombardier para fusionar sus divisiones de fabricación de trenes, según publica el diario estadoundidense The Wall Street Journal. Aunque se desconocen las cifras que se estarían manejando, los expertos creen que la filial ferroviaria de Bombardier, Bombardier Transportation, valdría unos 5.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, Bombardier está preparando la salida a bolsa en Fráncfort de una participación minoritaria de esta división, con sede en Berlín, aunque mantendría el control de la misma. De hecho, se especula que la eventual fusión con Siemens llegaría después de esta salida a bolsa.
En cualquier caso, el WSJ explica que las negociaciones están en su fase inicial, y podría no haber acuerdo. De hecho, las fuentes explican que también hay otros compradores potenciales interesados en la división de fabricación de trenes de Bombardier.
Las especulaciones sobre una posible venta de su división de trenes comenzaron en marzo, cuando la agencia Reuters publicó que, además de la posible salida a bolsa en Alemania de su división de transportes, la compañía estudia una hipotética fusión con Siemens o con Alstom.
Sin embargo, una fusión tanto con la francesa Alstom como con la alemana Siemens podría generar problemas de competencia en la Unión Europea, por lo que no se puede descartar que otros grandes del sector, como la japonesa Hitachi o la estadounidense General Electric, pujen por la división ferroviaria de Bombardier.
Bombardier está atravesando problemas en los últimos tiempos debido a los costes de su división de fabricación de aviones, y en febrero pasado suspendió los dividendos, reemplazó a su consejero delegado y renegoció su deuda con el objetivo de mejorar su posición financiera. De hecho, las acciones de la canadiense se encuentran en mínimos de 20 años y su capitalización bursátil apenas supera los 4.000 millones de dólares.
De fondo, en el sector ferroviario pesa la macrofusión de las dos principales empresas chinas en junio que dio lugar al gigante CRRC, que con un valor de más de 26.000 millones de dólares equivale a la suma de la propia Bombardier, Alstom, Siemens y la rusa Transmasholding.
El Economista
