Adif Alta Velocidad ha confirmado que las obras de conexión entre las LAV Madrid-Barcelona y Madrid-Levante superaron el ecuador de ejecución. El proyecto, valorado en 110 millones de euros, transformará la operación ferroviaria al permitir que los trenes procedentes de Barcelona y el corredor catalán accedan directamente a la estación de Madrid Chamartín-Clara Campoamor.
La infraestructura eliminará la limitación actual que obliga a los servicios del corredor noreste a terminar en Puerta de Atocha. Los pasajeros podrán viajar desde Cataluña y Aragón hacia destinos del norte-noroeste peninsular en un solo tren, utilizando el túnel en ancho estándar que conecta ambas terminales madrileñas.
Las obras del baipás ferroviario superan el 50% de avance y permitirán servicios directos entre el noreste y norte peninsular sin transbordo en Madrid Chamartín.
El trazado incluye dos vías diferenciadas: la vía sentido Barcelona (VSB) y la vía sentido Madrid (VSM), que parten de la subestación eléctrica de Villaverde. Ambas cruzan la M-45 y convergen en una plataforma única de doble vía antes de separarse nuevamente para conectar con la LAV Madrid-Barcelona.
Los trabajos se concentran en el Viaducto del Mayoral, la estructura principal con 656 metros de longitud. Se completaron los primeros siete vanos del tablero y avanzan las cimentaciones de sus 19 pilas. Paralelamente se ejecutan cuatro pérgolas ferroviarias para salvar los cruces con las líneas en servicio Madrid-Sevilla, Madrid-Levante y Madrid-Barcelona.

La conexión también facilitará el acceso de los trenes barceloneses al aeropuerto Madrid-Barajas mediante el enlace en construcción desde Chamartín. Además, los servicios podrán utilizar la futura estación pasante de Atocha, que se desarrolla bajo la terminal actual, ampliando significativamente las posibilidades de conexión del sistema ferroviario español.