San Luis, Santiago de Cuba, jul. 11.- La madrugada del lunes 25 de junio fue contundentemente estrepitosa para los vecinos del tramo de la vía ferroviaria Combinado-Bayamo cercana a la estación San Luis: un tren de cargas se descarriló y uno de sus vagones, con más de 60 mil litros de petróleo, comenzó a verter el oro negro.
Las labores de llevar el tren al carril y de reparación de la vía debían, a tenor de la envergadura del siniestro, durar 72 horas. Pero brigadas del Departamento de vías y puentes de la Unidad Empresarial de Base Ferrocarriles Santiago de Cuba, lograron restablecer la circulación de trenes en apenas 48 horas. Autoridades políticas y gubernamentales, agentes del orden, directivos y trabajadores de las diversas ramas del ferrocarril y la población en general contribuyeron a la eficacia.
Este hecho demostró, una vez más, el trabajo que realizan los obreros que atienden las vías y puentes del ferrocarril. Bajo el sol, a kilómetros de sus hogares, esforzándose in extremis para levantar raíles, traviesas y colocarlos en sus sitios. “Chapear el perímetro de la vía, nivelar los raíles, ver lo que nadie ve para garantizar la seguridad y, en caso de un accidente, restablecerlo todo en el menor tiempo posible” eso confesó a nuestra Web el Ingeniero Richard González, Jefe del Distrito de Vías y Puentes San Luis que atiende la línea central.
Aunque existan novedosas y multifacéticas máquinas como la KGT 140, el trabajo de los obreros de vías y puentes es, definitivamente, insustituible dada la maestría alcanzada y demostrada.
Fuente y fotografía: sierramaestra