Nuevo pulso entre la Generalitat y Adif por la intención de la empresa gestora de las infraestructuras ferroviarias de incorporar en los nuevos horarios los persistentes retrasos que se registran en muchas de las líneas de Rodalies y Regionals de la red catalana. El argumento de Adif es que los horarios se han de adecuar a la realidad del servicio en cada momento, y estas condiciones vienen determinadas por las obras en cada itinerario, por las condiciones de seguridad y por otros parámetros. “El usuario se merece que las administraciones le digan la verdad”, apuntan fuentes de la compañía.
Por el contrario, el ‘conseller’ de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, denunció a principios de mes que Adif pretendía modificar “de manera unilateral”, y con carácter general, las horas de salida y llegada de los trenes a partir del 12 de junio, para «maquillar», según dijo, una impuntualidad que viene determinada por el gran número de limitaciones temporales de velocidad (LTV) que la empresa pública aplica en los recorridos de estas líneas (normalmente causadas por obras pendientes y en curso, y otras cuestiones de seguridad), sin informar al Govern del tiempo que durarán y sin invertir los recursos necesarios para solucionarlas con la mayor celeridad posible.
Rull manifestó entonces que solo aceptarían «modificaciones puntuales» de los horarios, siempre y cuando vayan acompañadas de un calendario de actuaciones para solventar estas incidencias, en el que se incluya la fecha de inicio y finalización de las obras. Tras reunirse con Ana Pastor a mediados de mayo, el ‘conseller’ anunció en el Parlament que la ministra de Fomento se había comprometido a que la empresa estatal no modificaría los horarios sin contar con el beneplácito de la Generalitat.
AÑO Y MEDIO DE NEGOCIACIONES
Y ambas partes acordaron sentarse a la mesa para intentar llegar a una solución negociada. En ese proceso se hallan ahora, aunque fuentes de Adif aseguran que las conversaciones se prolongan desde hace ya un año y medio.
El ‘conseller’ ha denunciado que la puntualidad en la red ferroviaria de Catalunya en el primer trimestre del año ha caído al 86% en Rodalies (cuando el año pasado se cerró en el 94%), mientras que en Regionals ha descendido al 49% (era del 58% en el 2015). Unos datos que siempre compara con los que registran los Ferrocarrils de la Generalitat (gestionados íntegramente por la Administración catalana), donde los trenes llegan a su hora en el 99% de los casos.
La ‘conselleria’ atribuye el «alarmante» deterioro del servicio en Rodalies y Regionals al incremento y la cronificación de los puntos con limitación temporal de velocidad que Adif establece en las líneas. A diferencia de los Ferrocarrils, en estos tramos la responsabilidad del mantenimiento de la infraestructura recae sobre esta empresa pública estatal.
Peor que en los años 90
Ricard Riol, presidente de la Associació per la Promoció del Transport Públic, señala en este conflicto por fijar ahora unos horarios «peores» que los que había en los años noventa «ya es significativo». A su juicio, el servicio de Rodalies y Regionals «degenera en vez de mejorar», porque se está produciendo «una extraña combinación entre falta de inversión y protocolos más estrictos debido al accidente del Alvia en Santiago de Compostela».
MOCIÓN DEL PARLAMENT
Por ese motivo, ha exigido “un paquete de inversiones inmediato y urgente para desactivar las limitaciones temporales de velocidad y garantizar un servicio digno a los usuarios de Catalunya”. En este sentido, el ‘conseller’ solicitó “un compromiso” de todos los partidos presentes en el Parlament para reclamar estas inversiones. Un pronunciamiento que se ha impulsado este jueves en la cámara parlamentaria en forma de una moción que ha sido aprobada por amplia mayoría, en la que se rechaza la imposición de los horarios, se pide un plan de inversiones y se exige el traspaso total de la infraestructura.
Fuentes de Adif niegan, sin embargo, que la red ferroviaria catalana sufra de dejadez en su mantenimiento o que los retrasos se deban a una falta de inversiones y apuntan a que la Generalitat ha «sobretensionado» la red con la incorporación de nuevos servicios que antes no existían. También argumentan que el incremento de la duración de los viajes viene determinado en muchos casos porque los trenes paran más tiempo en las estaciones debido a que hay un mayor número de viajeros que bajan y suben de los convoyes. “En la actualidad hay unos 120 puntos en los que hay limitación temporal de velocidad, una cifra similar a la de los últimos tres años, lo que no quiere decir que se trate de los mismos puntos, sino que estos van cambiando periódicamente. Es un mapa vivo”, aseguran.
La compañía pública afirma que los puntos LTV no se establecen por capricho, sino que se fijan por motivos de seguridad. “En los últimos días se han suprimido tres de ellos y en las próximas semanas se quitarán otros 18. Lo que sucede es que las obras no se pueden ejecutar todas a la vez, porque entonces se congestionarían las líneas. Hay que llevarlas a cabo de forma planificada”, insisten.
Territori considera, sin embargo, que aceptar los horarios que propone Adif sería una forma de perpetuar los retrasos y mantener de por vida que la infraestructura no tendrá las inversiones que necesita. “Nunca se han recuperado los minutos de retraso que se han incorporado a un horario”, aseguran .
Reclamación del traspaso total
La Generalitat ha reclamado en reiteradas ocasiones el «control pleno» del sistema ferroviario de Rodalies y Regionals, ya que considera que el traspaso de estas líneas (que se llevó a cabo en el 2010) «no se ha cumplido y es incompleto». En la actualidad, la Administración catalana es responsable de la fijación formal de los horarios y de las tarifas, así como de la supervisión de la calidad del servicio. Pero en la práctica los horarios vienen determinados por las condiciones de circulación que establece Adif. «Si no podemos asegurar los horarios ni garantizar la calidad del servicio, solo nos quedarían las tarifas», afirma la ‘conselleria’.