Diversos colectivos sin adscripción política elaboran un listado de medidas urgentes para acabar con la desconexión ferroviaria de Almería.
La situación ferroviaria de Almería no ha cambiado lo más mínimo desde que, hace dos años, Renfe decidiera suprimir de un plumazo los trenes directos que tres veces por semana enlazaban con Barcelona en un viaje que duraba alrededor de 13 horas. Desde entonces, los avezados pasajeros que aguantaban con estoicismo este larguísimo trayecto, el segundo más lento del país por aquellos entonces, deben soportar además un transbordo en Linares con una hora de espera en los andenes. Sin embargo, después de tres años de parón en las obras de construcción del AVE -mientras que la inversión continuaba indemne en otros corredores- y tras el esperpéntico suceso de los Talgo del pasado viernes, cuando sus 180 pasajeros llegaron a la estación de Almería con cuatro horas de retraso tras dos cambios de tren, ha surgido el espolón que ha activado una maquinaria en hibernación.
Diversos colectivos sociales y ciudadanos individuales han activado el mecanismo y se han comenzado a organizar para poner de relieve públicamente el hartazgo de la provincia de Almería ante el «abandono» que padecen sus infraestructuras y servicios ferroviarios. «Ante la catastrófica situación de los servicios ferroviarios en la provincia de Almería, un grupo de ciudadanos hacen uso de esta plataforma para denunciar esta situación y para valorar las propuestas que desde las administraciones y entidades responsables se hagan al respecto». Es la descripción que utiliza Califal (plataforma Contra el Abandono de las Líneas Ferroviarias Almerienses) en su página en la red social Facebook. En torno a ella, un grupo de ciudadanos -algunos, líderes de opinión de la sociedad civil, como profesores de universidad, economistas, empresarios o periodistas- debaten desde hace semanas, antes incluso de los sucesos de este viernes, sobre la necesidad de que Almería reactive la maquinaria para dejar atrás el aislamiento ferroviario del resto de la península.
Se suman, además, a la ya tradicional lucha de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (Asafal), que desde hace años remarca que la provincia almeriense es la «cenicienta» del ferrocarril en España.
Sin embargo, hechos como los del viernes han supuesto un antes y un después en el debate. El caos de los Talgo -el de la mañana llegó con 45 minutos de retraso por una avería en la infraestructura y el de la tarde con más de cuatro horas de retraso por problemas organizativos y de maquinaria en Renfe- no han hecho más que acelerar el proceso en pleno periodo de debate de los Presupuestos Generales del Estado.
Según trasladaron fuentes de Asafal a IDEAL, el colectivo se encuentra ahora mismo redactando un documento de «medidas urgentes» para acabar de una vez por todas con situaciones como ésta. El documento será inicialmente debatido en un foro interno y, posteriormente, dado a conocer como exigencia de la sociedad civil a las administraciones públicas.
Cabe recordar que, además, los Presupuestos Generales del Estado no plantean para el próximo año una aceleración de las obras del Corredor Mediterráneo entre Murcia y Almería sino una escueta partida de no llega a 112 millones de euros para la ejecución del único tramo actualmente adjudicado de las obras, entre Pulpí y Cuevas del Almanzora. No hay previsión de obras en territorio murciano -pese a que sin ellas no habrá AVE a Almería- y tampoco, de momento, se han aprobado el resto de proyectos en redacción, algo que hace prever que no habrá nuevas adjudicaciones de obra en el corto plazo. Además, para rematar, el Ministerio de Fomento no ha anunciado -pese a las presiones políticas de la oposición- el reclamado cambiador de ancho de Granada que permitiría a los almerienses beneficiarse de la llegada del AVE a Granada en pocos meses y, por último, tampoco hay previsión de inversiones en la línea convencional por la que a día de hoy circulan los Talgo entre Almería y Linares-Baeza.
«Estamos trabajando en la redacción de las medidas. Cuando estén listas, las daremos a conocer», trasladaban desde Asafal. Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras, que viene mostrando su constante preocupación por la situación ferroviaria de Almería, está preparando una mesa de trabajo para próximas fechas con la intención de activar otro mecanismo y mostrar públicamente su desacuerdo con los planes de inversión del Gobierno, que no pasan de momento por un incremento de las partidas para Almería pese a que en pocas semanas se habrán culminado los trabajos de construcción de la A-7 (razón argumentada por el PP para condicionar las bajas inversiones en tren).
El empresariado
Estos nuevos movimientos contrastan por otra parte con la postura adoptada por parte de la patronal almeriense. Si bien antes de que se diera a conocer el proyecto de Ley de Presupuestos mostraron con formas beligerantes que no aceptarían unas cuentas públicas que no pasaran por un cambio de actitud frente al principal proyecto de mejora ferroviaria de Almería, la nueva línea con Murcia, después de que las cuentas confirmaran la política continuísta de inversiones de Fomento se limitaron a exigir el cumplimiento íntegro de la ejecución presupuestaria.
Por el momento, el empresariado ni siquiera ha dado un paso al frente convocando el organismo de presión que tiene más a mano, la Mesa de las Infraestructuras -de la que forman parte también partidos políticos y representantes de organizaciones sindicales y profesionales de la provincia-. Este organismo no se reúne desde julio del año 2013, esto es, hace más de dos años.
La última muestra férrea de desacuerdo de la patronal almeriense con la política de inversiones fue un acto unitario en el Teatro Cervantes en julio del pasado año. A las pocas semanas, el PP anunció la licitación de un tramo inconexo entre Pulpí y Cuevas, el recientemente adjudicado y aún sin obras.
Ideal
