viernes, julio 18, 2025
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España: Raíles centenarios

Dos unidades del Tramvia Blau se cruzan en la avenida del Tibidabo. Elisenda Pons

El histórico tranvía de la avenida del Tibidabo se puso en marcha en 1901 para conectar la ciudad con la montaña del ocio.

El Tramvia Blau de la avenida del Tibidabo es el único superviviente de la antigua red de tranvías de Barcelona. Su historia arranca en 1901, cuando la empresa Tibidabo (entonces propiedad de Salvador Andreu Grau. más conocido como Doctor Andreu) instaló cuatro tranvías eléctricos de madera y color azul que enlazaban la plaza de Kennedy, en Sant Gervasi, con la falda del Tibidabo (cuyo acceso estaba entonces restringido solo a los vecinos), recorriendo parte de la carretera de Les Aigües. En 1904, la empresa compró seis más.

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Era una época en la que el Tibidabo comenzaba a atraer cada a vez a más gente. La empresa decidió abrir un merendero y, tiempo después, unas atracciones para niños. Fueron los inicios del parque de atracciones del Tibidabo. El Tramvia Blau, hoy un emblema, servía para conectar la montaña con la ciudad. Cada unidad tenía capacidad para 48 personas y compartía (aún lo hace) la vía pública con el resto de vehículos. El tranvía mantiene aún las lámparas de tulipa de la época y el letrero Se prohíbe escupir. «Antiguamente se mascaba tabaco y se escupía», explica el maquinista José Rodríguez.

SIETE CONVOYES

En los 70, Tibidabo cedió la explotación del Tramvia Blau al Ayuntamiento de Barcelona y este, a su vez, a Transports de Barcelona (TMB). «El uso del Tramvia Blau comenzó a ser más turístico y se redujo el número de tranvías», rememora Carlos Sánchez, responsable de mantenimiento. Hoy quedan solamente siete tranvías, entre ellos todavía el más antiguo de todos, el número 2, que fue construido en 1901 y que no circula «porque tiene muy poca potencia».

En el 2003, TMB remodeló los convoyes y los adaptó a la legislación vigente. «Actualmente, solo tres dan servicio: el 5, el 6 y el 7», añade Sánchez. Lo hacen los sábados, domingos y festivos (excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero) de 10 de la mañana a 18.15 o 19.30 horas (dependiendo de la época del año). El recorrido actual del Tramvia Blau también se ha reducido, Ahora es de 1.276 metros en ascensión hacia la parada del funicular del Tibidabo, un trayecto que dura unos 10 minutos.

Con su traqueteo inconfundible, el tranvía sube a unos 10 kilómetros por hora rodeado de construcciones modernistas y novecentistas que dan paso a bonitas vistas de la ciudad. El precio del billete es de 10 euros ida y vuelta. Como explica José Rodríguez, los usuarios del Tramvia Blau son «fundamentalmente turistas». En un año lo usan unos 250.000 viajeros. «A veces vienen abuelos con sus nietos y dicen que para ellos es como volver a su niñez», precisa Sánchez.

PLATÓ RODANTE

«Los tranvías que no transportan viajeros se utilizan para publicidad y cine», cuenta Sánchez. Algunas escenas de Floquet de Neu y El embrujo de Shanghai se rodaron en el Tramvia Blau. El responsable del mantenimiento asegura que existe una «demanda internacional para documentales y anuncios».

Fuente y fotografía: elperiodico

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