La interrupción temporal se debe a la necesidad de completar los sistemas de comunicaciones y seguridad tras las dudas planteadas por la UTE.
La Autoridad Portuaria ha suspendido temporalmente las obras de conexión del muelle de Valliniello con la red nacional de ferrocarril, iniciadas el pasado octubre y ya prácticamente concluidas, a la espera únicamente de completar los sistemas de seguridad y comunicaciones. La decisión obedece a las dudas planteadas por la Unión Temporal de Empresas adjudicataria, formada por Tecsa y Dragados, relativas a la posible incapacidad de poder llevarlas a cabo «por circunstancias surgidas con posterioridad a la licitación».
En este sentido, argumenta que la integración del nuevo tramo en la red nacional «requiere la introducción de unidades no contempladas en proyecto». Esta situación, unida a la cercanía de vencimiento, el próximo día 2, y al hecho de que el resto de las obras ya se han realizado y la vía está ya tendida, ha llevado a la Autoridad Portuaria a decretar su suspensión temporal.
A partir de ahí se abren dos posibilidades: un modificado, es decir, ampliar el contrato ya existente, o sacar a concurso las obras pendientes. En el primer caso, la ley limita el precio del modificado a un 10% sobre el del contrato inicial, si bien también contempla excepciones ante posibles situaciones sobrevenidas e imprevisibles. El presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, manifestó ayer que la decisión se tomará en fechas próximas en base a los pertinentes informes técnicos.
Adjudicado en 3.199.301 euros, el ramal ferroviario facilitará el transporte de productos manufacturados y materias primas entre las instalaciones empresariales del entorno de la ría y el muelle comercial de Valliniello, en la margen derecha. De un kilómetro de longitud y catorce metros de calado, está dotado de una explanada de 174.500 metros cuadrados capaz de almacenar graneles y piezas de gran tamaño surcada por 732 metros de vías. Una vez que el nuevo enlace entre en servicio, conectará directamente con la red de ArcelorMittal y a su vez, a través de Nubledo, con la de Renfe.
La multinacional del acero concentra sus operaciones portuarias en los muelles siderúrgicos, con calados de siete a nueve metros que limitan a unas 5.000 toneladas la capacidad de sus expediciones. Su red ferroviaria muere allí, en el muelle este de la dársena de San Agustín, punto de partida del nuevo ramal. Con un trazado de un kilómetro, le permitirá trasladar sus operaciones al muelle de Valliniello y aumentar así el volumen de sus partidas, gracias a que su calado admite el amarre de buques de mayor porte.
El enlace ferroviario también beneficiará a a las empresas tecnológicas y talleres de calderería del entorno, que podrán trasladar con mayor facilidad sus productos hasta la zona de embarque, desde bobinas a piezas de calderería o aerogeneradores que a día de hoy hay que llevar al muelle por carretera. La conexión abre igualmente la puerta a que empresas que ahora operan en otros puertos se planteen la posibilidad de trasladar tráficos al de Avilés.
Nuevas pantallas porosas
La Autoridad Portuaria también dio ayer luz verde en el seno de su Consejo de Administración a la adquisición de 200 metros lineales de pantallas porosas portátiles cuyo fin es proteger los acopios de graneles sólidos, fundamentalmente carbón y clinker, el principal componente del cemento Portland, y dificultar así que viento levante partículas, con el consiguiente impacto ambiental. La inversión asciende a 838.677 euros más IVA, y está previsto ejecutarla a lo largo del presiente año y del venidero.
Actualmente el puerto cuenta con algo más de 200 metros lineales de pantallas fijas y opacas instaladas en la avenida de la Playa, próximas a la dársena de San Juan de Nieva, así como otros diecisiete metros de pantalla porosa en el lateral del tinglado número once y cien más porosa y trasladable en la zona de acopio del clinker.
Con un precio de licitación de 455.930 euros, se instaló en junio del año pasado y su satisfactorio rendimiento ha llevado al Puerto a adquirir los nuevos 200 metros de pantallas, de idénticas características. Divididos en 40 módulos, está previsto ubicarlos en el extremo suroeste del muelle Raíces Ampliación, con objeto de proteger el polígono industrial de Las Arobias de los vientos predominantes, del Este, y reducir la emisión de partículas PM10. Su adquisición se enmarca al plan de medidas correctoras que en base a un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de los Materiales (ITMA) lleva a cabo el puerto para reducir su impacto ambiental. Es un plan quinquenal (2014-2018) con una inversión media de 400.000 euros anuales .
