Buenos Aires – Argentina – 18/03/2020: Si bien la pandemia del Coronavirus puso casi en «modo avión» las actividades del Estado nacional y de las provincias salvo las orientadas al combate contra el virus, en varias jurisdicciones surgen algunas informaciones sin vinculación directa con esta pandemia.
Un caso en este sentido tiene que ver con la concesión del subte porteño en el marco de un proceso de licitación que lleva adelante el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que está a punto de culminar con la entrega del negocio nuevamente a una empresa del Grupo Roggio.
Se trata de Metrovías, que de esta forma se mantendrá a cargo de las actividades tal como lo viene haciendo desde hace ya 25 años y que se prepara para anunciar inversiones por u$s150 millones para los próximos años de contrato.
A fines de diciembre del año pasado, la sociedad estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) abrió el primer sobre que contenía las calificaciones otorgadas a los participantes del proceso. De allí se desprendió que la mejor calificada fue la UTE Helport-Keolis, con 907.5 puntos contra los 891 puntos de Metrovías.
Sin embargo, a mitad de enero pasado la ganadora de esta primera etapa desistió luego de continuar con la competencia tras informar a SBASE y a sus socios en el consorcio, Helport y Transport for London, que «no continuará como oferente en la licitación por la operación y mantenimiento» del subte y premetro de la Ciudad de Buenos Aires. K
Esto dejó la vía libre a Metrovías, que quedó entonces como la única participante de la gestión del subterráneo ya que meses atrás la empresa francesa RAPT Dev también había abandona la licitación por los cambios económicos en las «condiciones del país».
Y por estos días, las autoridades porteñas a cargo de la licitación procedieron a la apertura del sobre económico que presentó la empresa de la familia Roggio que además es la única que sigue en carrera en este proceso tras el retiro de los otros dos grupos extranjeros que se habían presentado el año pasado. En la presentación, Metrovías ofrece cobrar $125,60 por kilómetro recorrido para cada coche que ponga en servicio. Un monto que no se puede cuantificar de manera más global teniendo en cuenta que todavía no se sabe la cantidad de unidades que la empresa pretende operar y porque además fue presentado en agosto del 2018, antes de las devaluaciones y los problemas económicos que atravesó luego el país.
También porque aún faltan los análisis pormenorizados de esta oferta. Ya que por pliego, la Comisión Evaluadora tiene un plazo de 20 días para concretar este análisis y emitir un dictamen. Luego, se contempla un plazo de impugnación, la resolución se envía a Procuración y pasada esa etapa se eleva al Directorio de SBASE.
Desde esta empresa explicaron que no existe un monto total por los años de operación para la propuesta, sino que el costo informado es resultante del cálculo que hicieron de la operación del servicio, traducido a una unidad de valor que se usa en gran parte del mundo, que es el «coche/kilómetro».
«Justamente se cotiza así porque este valor depende de numerosas variables entre las que se encuentran sueldos, desgaste de los equipos, costo de puesta en servicio, costo de la energía, si hubiera más líneas o más material rodante», agregan los voceros de SBASE.
Y agregan que ese valor fue propuesto en un momento particular que va a estar sujeto a redeterminaciones cuando estas variables presenten variaciones que lo justifiquen. Lo mismo argumentan en Metrovías donde admiten la imposibilidad de cuantificar el valor «porque cambia la forma de pago al concesionario que ahora dependerá de cuántos trenes en servicio habrá y viajes se concreten». De todas maneras, ese valor fue presentado en agosto del 2018, previ o a devaluaciones y caos económico. Por lo cual quedo desactualizado y debería ser readecuado a nivel de la propuesta.
El consorcio Metrovías-Benito Roggio Transporte, con la asistencia técnica de Deutsche Bahn y de Siemens como subcontratista nominado quedó más cerca de adjudicarse nuevamente la concesión luego de que se cumplan ciertos plazos legales vinculados al estudio de su propuesta y al período de impugnaciones.
«Hay que terminar el proceso legal, pero en caso que todo esté bien y la propuesta económica sea viable, Metrovías seguirá como operador del sistema porteño de subtes» confirmaron a iProfesional fuentes cercanas a Horacio Rodriguez Larreta.
El procedimiento le permite a la comisión evaluadora de la licitación contar con un plazo de 20 días para analizar la oferta y emitir un dictamen. Luego, se contempla un período para recibir impugnaciones para luego enviar la resolución a la Procuración de la Ciudad y pasada esa etapa se eleva al directorio de SBASE, la sociedad estatal porteña a cargo del sistema local de subterráneos.
En este sentido, se estima que en mayo próximo, la empresa de los Roggio sea oficialmente anunciada como ganadora del proceso y se quede otros a pesar de que algunos funcionarios presionan por evitar este anuncio y buscan que el procedimiento se declare desierto.
La realidad es que el contexto económico del país sumado a la crisis que el Coronavirus también está generando en las finanzas tanto nacionales como de la Ciudad de Buenos Aires dejan poco margen para volver a licitar la operación del subte y le permiten a Metrovías posicionarse como el lógico ganador.
Por lo pronto la empresa sigue a cargo de las operaciones, luego de que las autoridades locales le extendieron su contrato mediante una prórroga que vence el día en que se anuncie el nuevo operador. Es decir, en mayo próximo si los tiempos acompañan y por los próximos 12 años con la posibilidad de extenderlo por tres más, tal como se dispone en los pliegos de la nueva concesión.
Hasta 1994, el subte fue operado en forma directa por SBASE, cuando la empresa estatal titular de la red era controlada por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, que dependía del gobierno nacional de Carlos Menem. Ese año se acordó entregar la operación en concesión al sector privado junto con los servicios ferroviarios metropolitanos del Gran Buenos Aires. El proceso fue ganado por Metrovías, que también se hizo cargo de la línea Urquiza, mientras que la Ciudad continuó siendo titular de la red de subterráneos, pero sin potestad ni control sobre la concesión, que era nacional.
Ya en el 2017 y ante el vencimiento del contrato, el gobierno porteño anunció su intención de volver a concesionar el subte con el argumento de sumar experiencia internacional. Así, a la fase final llegaron tres consorcios: dos liderados por empresas francesas (una por la estatal RATP, y Keolis, subsidiaria del gigante ferroviario SNCF) y otro por Metrovías. Pero con la salida de RATP y Keolis, quedó la firma de los Roggio como la única interesada.
Fuente: Iprofesional