La alta velocidad marca el camino del futuro inmediato de Talgo. El fabricante de trenes ha logrado sumar una cartera de pedidos récord en los últimos meses gracias a la fuerte apuesta de Renfe por impulsar el AVE de cara a la liberalización ferroviaria. En concreto, solo en 2017, Talgo registró nuevas contrataciones por 701 millones, a los que hay que sumar otros 317 millones en proyectos pendientes de firma.
Entre los contratos destaca el macropedido de 30 trenes de alta velocidad de Renfe por 897 millones, y dos de ellos de mantenimiento por 120 millones en Uzbekistan y otros países. A su vez, en febrero de 2018, la firma de la familia Oriol logró un contrato para convertir coches cama en 19 trenes de muy alta velocidad por 151 millones.
De cara a los dos próximos años, Talgo está trabajando para conseguir nuevos contratos por 8.500 millones de euros. La firma ha reconocido que el segmento de la alta velocidad lidera la estrategia comercial del grupo y se espera que aporte el 57% de los nuevos contratos. En este punto, la firma destaca que ha sido preselecionada para vender 54 trenes de muy alta velocidad al proyecto Hight Speed 2 de Reino Unido. También han identificado oportunidades en el resto de Europa para continuar incrementando su cartera de pedidos en el corto y medio plazo.
Pese a las buenas perspectivas de negocio, Talgo ha cerrado 2017 con unos resultados poco vistosos. Los ingresos del fabricante han caído un 33,7% por una menor actividad de fabricación y una ralentización en los ritmos de entrega, sobre todo en el proyecto del AVE a La Meca. El grupo ya ha terminado 33 de los 36 trenes Talgo 350 pedidos y solo han enviado a Arabia 14. Tiene previsto enviar otros siete en las próximas semanas y estima terminar la fabricación en 2018.
El descenso de los ingresos (no cobra hasta que los trenes son recepcionados) se ha traducido en un descenso del ebitda de 22,5% hasta los 83,6 millones y una caída del beneficio neto del 44,6% a los 34,3 millones. Aún así, el margen de ebitda ha mejorado en tres puntos básicos, hasta el 21,7%.
El grupo, que apuesta por potenciar el negocio de mantenimiento para asegurar los ingresos recurrentes, estima que la flota de trenes que mantienen pase de las 2.736 unidades de 2017 a las 4.000 en 2021.
Fuente: El Economista.es
