El Estado sigue litigando contra el empresario que obtuvo la concesión del edificio
Quince años de abandono. ¡Reapertura ya!», reza un cartel colgado en un alambrado a la salida de la nueva terminal de trenes de pasajeros cerca de la Torre de ANTEL. En el fondo, entre el pasto crecido, se ve el esqueleto herrumbrado de la vieja Estación Central General Artigas, que este miércoles cumplió exactamente quince años sin recibir un pasajero. Un grupo de usuarios del tren intentará este año meter más presión para la reapertura, pero antes deberán esperar a que se resuelva el intríngulis legal que mantiene el edificio cerrado y en desuso.
Un guardia de seguridad privado que permanece solo en la inmensidad de la estación hasta que finaliza su turno es el único rastro de vida en el edificio. De tanto en tanto, una escribana del Banco Hipotecario revisa el interior para constatar el estado edilicio general y manda una cuadrilla de obreros para hacer reparaciones grandes, por ejemplo, en los techos. Afuera, buena parte de la fachada está cubierta por vallas de metal grafiteadas que impiden el ingreso de intrusos.
En ese lugar que hoy luce desolado, durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti (1995-2000) se planeó construir un centro comercial, un hotel 5 estrellas y un complejo de oficinas, como parte del Plan Fénix, un conjunto de obras para revitalizar la zona de la Aguada.
Los predios fueron adquiridos por Saduf, una SA propiedad del Banco Hipotecario que los licitó en 1999 por 50 años. El ganador del llamado fue el empresario Fernando Barboni, dueño de la empresa Glenby SA.
Sin embargo, por distintas demoras y descoordinaciones, en 13 años el empresario nunca pudo hacerse del inmueble para comenzar las obras. Así fue que en 2013, Barboni denunció al Estado uruguayo por no entregarle el edificio en tiempo y forma. El empresario le reclamó al Estado US$ 1.000 millones por lucro cesante y daño emergente.
Barboni perdió el juicio en primera y segunda instancia, apeló y llevó el caso a la Suprema Corte de Justicia. En 2015 la corporación falló a favor del Estado, por lo que la empresa Glenby quedó impedida de un reclamo económico contra el Estado.
En paralelo, Barboni se negó a empezar el proyecto y entabló una nueva demanda para rescindir el contrato por incumplimientos. El Estado, por su lado, interpuso una excepción de «caducidad y cosa juzgada» contra Barboni y además lo contrademandó por incumplimiento.
Fuentes judiciales dijeron a El Observador, que la Justica decidirá en unos 15 días si hace lugar a las excepciones que interpuso el Poder Ejecutivo.
Si las acepta, se echaría a andar la contrademanda por incumplimiento contra Barboni. Mientras tanto, el gobierno intentó recuperar la estación a través de un artículo de la Rendición de Cuentas del año pasado que permitía al Estado tomar posesión de predios en litigio antes de la emisión de una sentencia.
La constitucionalidad del artículo fue muy discutida por lo que el artículo se desglosó y fue a parar a la Comisión de Constitución y Códigos de Diputados. Su discusión no es un tema prioritario y no está en agenda , dijo a El Observador el diputado nacionalista Pablo Abdala.
En 2014, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Banco Hipotecario firmaron un acuerdo para mantener en buen estado el edificio. Allí se dispuso la vigilancia y el vallado perimetral. La medida sirvió para ordenar el lugar ya que antes el interior era una «boca de lobo» y un lugar de reunión para la gente que iba a los boliches de la zona, contó Jorge, un cuidacoches que trabaja allí desde hace 22 años. Con todo, sobre la calle Río Negro todavía se ven tolderías de personas que viven en la calle y que él se encarga de ahuyentar.
Mientras tanto, en la plataforma change.org un grupo de usuarios del tren, apoyados por el arquitecto Alfredo Ghierra, está recolectando firmas para recuperar la estación. Entienden que la gente se aleja del uso del tren porque la nueva estación en Paraguay y Nicaragua no les sirve, ya que quedó más alejada del centro y en un lugar incómodo para realizar transbordos con ómnibus.
Marcelo Benoit, integrante del Grupo de pasajeros en defensa de la Estación Central dijo al programa Todo pasa de Océano FM que este año se van a juntar con las comisiones de transporte del Parlamento y el Directorio de AFE para intentar recuperar el edificio.
Pese a que el tema está trancado en la Justicia, intentarán presentar las firmas que recolectaron para que haya «una definición política» y quede demostrado que es un tema que «recoge un apoyo muy importante».
Cronología
1999 – El predio de la Estación Central es cedido mediante licitación al empresario Fernando Barboni, en el marco del Plan Fénix.
2003 – La última formación de tren de pasajeros llega a la Estación Central. Se inaugura la nueva terminal a 500 metros.
2013 – Barboni demanda al Estado por US$ 1.000 millones
2015 – Después de dos instancias la Suprema Corte de Justicia falla a favor del Estado y obliga a Barboni a realizar las obras. El empresario volvió a demandar al Estado. El juicio continúa hasta hoy.
Fuente y fotografía: elobservador