jueves, mayo 16, 2024
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Crean multisectorial para luchar por la reactivación de los talleres de Pérez

Extrabajadores de Rioro, legisladores y referentes sociales piden reflotar el proyecto para expropiar las instalaciones y ponerlas en producción.

Ex trabajadores ferroviarios de Pérez, legisladores y referentes partidarios conformaron una mesa multisectorial para intentar reactivar las instalaciones de Rioro, que desde agosto del año pasado se encuentran abandonadas. La intención del grupo es reflotar un proyecto de expropiación que quedó detenido en la Cámara baja de la provincia e impulsar la inversión de una empresa vinculada a capitales chinos que ya propuso comprar los talleres desde antes del cierre definitivo, que dejó sin trabajo a 75 empleados.
La primera reunión de la multisectorial se realizó la semana pasada y los encuentros tendrán lugar todos los miércoles. Por el momento el grupo está conformado por una veintena de ex trabajadores de Rioro, el concejal Federico Jolly (Frente Pérez Cambia) y referentes del Partido Confederal local, entre otros.

«La idea es seguir sumando sectores y volver a instalar esta iniciativa de reflotar los talleres ferroviarios cuyo cierre implicó un fuerte impacto en la sociedad de Pérez y la región», comentó Alejo Iztegui, ex candidato a concejal por el Partido Confederal (Frente Cívico y Social) y autor del primer proyecto —presentado en la órbita del Concejo local y que luego sirvió como modelo para llevar la iniciativa a la Legislatura santafesina— para la declaración de utilidad pública y expropiación de las instalaciones. El objetivo era incorporarlas al patrimonio de la Empresa Mixta de Ferrocarriles de Santa Fe (Efesa), creada en el año 2011 por la ley provincial de reactivación del sistema ferroviario santafesino.

Candado y cartel

Cuando los trabajadores de Rioro, integrante del grupo Emepa, se presentaron a trabajar el pasado 22 de junio se encontraron con los portones cerrados con candado y un cartel que anunciaba el cierre. Un año antes la firma ya había desvinculado a 80 trabajadores a través de retiros voluntarios.

En ese entonces, el Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria. El por entonces ministro de la Producción provincial y actual diputado nacional Luis Contigiani presentó a Emepa un plan para construir un parque industrial en los terrenos del establecimiento, mientras que la Unión Obrera Metalúrgica acercó un interesado, la empresa de capitales chinos y mexicanos Ferronaval, que ya desde entonces quería comprar o alquilar las instalaciones con el fin de explotarlas en el marco del desarrollo de los trenes interurbanos en Santa Fe. En tanto, en el Concejo de Pérez y en la Legislatura provincial se presentaba la idea de Iztegui de declarar de utilidad pública esas instalaciones y pedir la expropiación del lugar.

Pero la empresa no se movió de su postura. Primero fueron seis, a la semana siguiente 17 y finalmente el resto de los empleados terminó de firmar los retiros «voluntarios» el 4 de agosto.

Al día siguiente los trabajadores, sus familias, fuerzas políticas y sociales y vecinos de Pérez marcharon para manifestar su repudio por el cierre. El duelo se interrumpió apenas por unos días tras la noticia del ingreso a Diputados del proyecto de declaración de utilidad pública y expropiación.

Pero las semanas pasaron y el proyecto presentado por el propio oficialismo sólo se llegó a abordar en dos comisiones. A siete meses de ingresado aún aguarda el despacho de la de Asuntos Constitucionales y Legislación General.

De todas maneras, los mismos diputados que impulsaron desde un principio la iniciativa, entre ellos Verónica Benas, Carlos Del Frade, Miguel Angel Solís y Luis Rubeo, continúan en diálogo con los trabajadores y los sectores que integran la flamante multisectorial para intentar reactivar el curso de la iniciativa.

La realidad más dura es que los talleres ferroviarios de Pérez están paralizados pero con toda la maquinaria latente. Mientras tanto, sus ex obreros corren una suerte no muy distinta: la mayoría promedia los 50 años de edad, por lo que prácticamente no tienen posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral.

«Con el dinero del retiro algunos intentaron montar algún emprendimiento pero «hoy casi todos están sin trabajo», relató Fabián Lafont, un ex operario que prestó tareas en Rioro durante 34 años. Es uno de los que más persiste en continuar la lucha por reflotar los talleres. «Hay tanto que se podría hacer allí, muchos emprendimientos que la provincia no debería dejar pasar: tenemos la infraestructura, la mano de obra y el grupo inversor», afirmó.

crisis. En junio del año pasado se cerraron las puertas de Rioro.

Fuente: La Capital

 

 

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