Brigadas de reparadores se esfuerzan por dejar listos los más de 27 kilómetros por donde transitarán los trenes cargados de caña. Las líneas internas de los centrales son las más afectadas
XIOMARA ALSINA
31 octubre
Previo al inicio de la zafra azucarera se acrecienta el traslado de equipos por ferrocarril para la reparación de la vía. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)
Muy atareados están los integrantes de las brigadas de vías y puentes que se ocupan de la reparación en parte de los cerca de 27 kilómetros de línea férrea afectados, por donde deben transitar la gran mayoría de los carro-jaulas cargados de caña, una vez que se inicie la zafra azucarera en Sancti Spíritus.
La colocación de unas 2 500 nuevas traviesas, así como un gran número de fijadores, calzos, tornillos y clavos en muchos tramos del ramal que enlaza a los centrales Melanio Hernández y Jatibonico con los centros de limpieza vinculados a estos, figura entre las urgencias constructivas a ejecutar antes de la primera decena de diciembre, cuando el pitazo anuncie el comienzo de la molida.
En declaraciones a Escambray Yalier Pérez González, director de Ferrocarriles en Sancti Spíritus, dijo que, aunque se avanza en las tareas de mantenimiento, la situación más crítica se presenta en las vías internas de los patios de los ingenios, con un alto grado de deterioro debido al vertimiento de aguas residuales de viviendas cercanas, que socavan la base y provocan hundimiento de los rieles.
Por su parte, destacó que en los ramales que van hacia la zona de Los Jobos, en Jatibonico, se requiere hacer un trabajo de desbroce por ambos lados de la línea, la cual está prácticamente cubierta por la maleza, para ello, utilizarán un equipo que actualmente realiza labores similares en la región oriental de la isla.
“Trabajamos también —aclaró el director— en la preparación de las locomotoras, hoy contamos con ocho listas, de las 10 que se necesitan para cubrir la demanda de la Empresa Tecnoazúcar, y que está relacionada con el tiro por ferrocarril de unas 8 000 toneladas de caña hasta las industrias; pero acondicionamos, igualmente, los 289 carro-jaulas destinados a esta actividad productiva”.
A pesar de los esfuerzos de los ferroviarios por iniciar en buena lid las labores vinculadas a la próxima zafra, existen sobradas razones para pensar en que, si no se completan las diferentes tripulaciones (hoy con 18 plazas vacantes), el esfuerzo recaerá en los que quedaron activos. Ante el éxodo de fuerza de trabajo sería oportuno revisar sistemas de pago y mecanismos de estimulación que atraigan a los conductores, auxiliares de conducción y maquinistas.
Fuente: Escambray
