Chaco, Argentina – El servicio ferroviario de transporte de pasajeros que se presta en el Gran Resistencia desde 1997 desapareció de las vías locales desde hace varios días y a nadie -desde el organismo federal que administra hoy esa prestación- se le ocurrió siquiera dar una explicación a los usuarios.
La increíble situación se dio sin ningún tipo de aviso y las personas que habitualmente utilizan los trenes de la ex empresa provincial Sefecha (hoy absorbida por la compañía estatal nacional Sofse) debieron sacar como conclusión que el servicio dejó de estar disponible al cabo de varias esperas inútiles en los andenes.
Sólo versiones
Mostrando la total falta de seriedad y consideración por parte de los referentes locales de Sofse, quienes ofician como improvisados voceros son los banderilleros que habitualmente interrumpen el tránsito automotor en los cruces de calles y vías cada vez que un tren circula por el área urbana.
Los trabajadores, sin saber a ciencia cierta si lo que dicen es verdad, comentan que de acuerdo a lo que ellos pudieron averiguar, el parate del servicio tendría que ver con un problema técnico de la única formación que tenía activa la Sofse para el recorrido que une a Fontana, Resistencia y Vilelas.
De acuerdo con esa versión, el inconveniente no pudo ser subsanado porque en los talleres locales no se contaba con los repuestos necesarios, y se aguarda la llegada del material en cuestión desde Buenos Aires para resolver el problema. Algunos creen que eso podría suceder esta semana.
Pero lo cierto es que mientras tanto ni los medios de comunicación recibieron aviso alguno para los usuarios ni la página web de la Sofse ofrece datos. El sitio en internet ni siquiera comunica el cese del servicio, y continúa informando sobre tarifas y horarios de salida, como si todo se desarrollara normalmente.
La situación perjudica notablemente, como se puede suponer, a muchas familias que utilizan el transporte en tren por su practicidad y por su condición de transporte económica, ya que la tarifa ferroviaria es varias veces inferior a la de los ómnibus urbanos e interurbanos.
Fuente y fotografía: diarionorte
