El impulso estará centrado en los trenes de alta velocidad y regionales, tras su importante posición en metros y tranvías.
DONOSTIA – La empresa vasca constructora de material ferroviario CAF va a focalizar su actuación en los países de la Unión Europea, que se han convertido en uno de los mayores mercados del mundo en inversión en trenes, tanto de alta velocidad como regionales, y otros sistemas urbanos como los metros y los tranvías, a partir de la importante posición que tiene la compañía guipuzcoana en Europa en dichos segmentos de negocio.
Junto a los países de la UE, CAF va a centrar sus esfuerzos en Latinoamérica y el área del Pacífico, donde tiene una presencia importante, según señaló ayer su presidente, José María Baztarrika, en la junta general de accionistas que tuvo lugar en la sede de la compañía en Beasain.
En esa estrategia comercial, las zonas geográficas emergentes como Oriente Medio o Europa del Este, donde hay un gran desarrollo de los mercados, también son objetivo para CAF.
Teniendo en cuenta que la compañía tiene una gran penetración en las ciudades europeas con las unidades de metro y tranvías que fabrica, la estrategia que está desarrollando ahora la constructora de ferrocarriles en la UE es dar la batalla a la competencia en los trenes de alta velocidad y los regionales.
Para ello va a utilizar como aval y tarjeta de presentación para incidir en estas líneas de negocio, su presencia en Noruega, donde el pasado mes de marzo firmó el primer contrato para el suministro de ocho trenes de alta velocidad Oaris, capaces de alcanzar los 350 kilómetros por hora, por un importe de 120 millones de euros.
Con este tren, cien por cien de tecnología vasca, CAF se confirma como uno de los principales proveedores ferroviarios de alta tecnología en el mundo y compitiendo de igual a igual en el segmento de la alta velocidad con la alemana Siemens y la francesa Alston.
De la misma forma, el contrato que CAF firmó el pasado mes de octubre con el operador ferroviario de Holanda para el suministro de 118 trenes regionales Civity por un importe de 510 millones de euros, uno de los mayores pedidos de la historia de la compañía guipuzcoana y el más importante de Europa, también va a servir para impulsar aún más la presencia de la compañía en el segmento de unidades de cercanías.
A pesar de que CAF ya estaba presente en esta línea de negocio de los trenes regionales con unidades circulando en las ciudades italianas de Trieste, Bari, la isla de Cerdeña y Austria, sin embargo , el pedido de Holanda tiene una gran importancia cualitativa, ya que cuenta con el sistema ferroviario más concurrido de Europa y la tercera red del mundo.
En su intervención ante la junta general de accionistas, Baztarrika hizo un análisis positivo sobre las perspectivas del sector del ferrocarril en Europa que ha tenido un crecimiento interanual medio del 3%, a pesar de la crisis. Para los próximos seis años se espera que el crecimiento medio interanual de las ventas en el sector se sitúe en torno al 2,7%.
En este entorno, Jose Maria Baztarrika se refirió a la cartera de pedidos de CAF y que al término del primer trimestre había alcanzado la cifra récord de 5.370 millones de euros, lo que va a significar la entrada de más carga de trabajo en las instalaciones de la compañía en Beasain e Irun para los últimos meses del año.
El presidente de CAF destacó la importante inversión que la compañía hace en innovación al haberse materializado el año pasado un total de 81 proyectos de desarrollo tecnológico, en los que el tren Oaris es un ejemplo claro. En este aspecto cabe destacar los sistema de señalización propios que CAF incorpora a sus unidades o la puesta al día de los sistemas de acumulación de energía y funcionamiento autónomo sin catenaria de los tranvías, en los que es pionera.
Asimismo, la actividad de mantenimiento de CAF se está consolidando, debido a la progresiva externalización de este tipo de trabajos por los operadores ferroviarios.
La compañía cerró el primer trimestre del año con una facturación de 306 millones de euros, lo que significa un 18,41% menos. El beneficio neto fue de 14 millones, un descenso del 24,64%, por la devaluación del real brasileño, y una cartera de pedidos récord de 5.370 millones de euros.