Los viajeros en tren de larga distancia subieron un 5,8% en junio, frente al incremento del 3,9% registrado en el transporte aéreo.
El duelo que libran el tren de larga distancia, fundamentalmente el AVE, y el avión para los desplazamientos dentro de España se encuentra cada vez más apretado debido al constante incremento del uso del ferrocarril. El otrora omnipotente transporte aéreo no solo ya se ha visto superado en varios meses por el tren de larga distancia, sino que ve cada vez más amenazada su tradicional superioridad en verano. De hecho, el número de viajeros que optaron por el AVE y la larga distancia alcanzó los 2,74 millones en junio, lo que supone un incremento del 5,8 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Sin embargo, el avión creció un 3,9 por ciento y apenas mantuvo el primer puesto con 2,81 millones de usuarios, según los datos del INE publicados este lunes.
De esta forma, la distancia entre ambas opciones se reduce hasta los 70.000 viajeros, frente a los 120.000 de 2014 o los casi 200.000 de 2013. La diferencia de 1,1 millones registrada hace solo tres años parece ahora de otro tiempo. Precisamente, ese renacer del ferrocarril coincide con la estrategia de nuevas tarifas de Renfe impulsada por el Ministerio de Fomento y que incluyó una abaratamiento de los billetes mediante numerosos descuentos y promociones que rebajaron el coste del viaje hasta un 70 por ciento en algunos casos.
Esta política revitalizó la oferta y alcanzó su cénit en 2014, cuando el tren de larga distancia y AVE superaron en viajeros anuales al avión por primera vez. Sin embargo, el transporte aéreo mantuvo la hegemonía en el periodo estival, es decir, entre junio y septiembre. Ahora parece que puede perder incluso esa temporada clave a pesar del empuje de las compañías ‘low cost’, que también consiguen un abaratamiento de los billetes. Sin embargo, de momento, en los primeros seis meses del año los usuarios del ferrocarril de alta velocidad y larga distancia aumentaron un 7,7 por ciento, mientras que los de avión crecieron un 5,2 por ciento. Es decir, de mantenerse la tendencia, el tren volvería a batir al transporte aéreo.
En cualquier caso, los pasajeros que utilizaron el ferrocarril (que además del AVE incluye el Cercanías y la media distancia) aumentaron un 2,9 por ciento en tasa interanual, superando los 48,24 millones de pasajeros. En concreto, el incremento en Cercanías fue del 2,8 por ciento y del 1,6 por ciento en media distancia. En ambos casos, inferior al 5,8 de su ‘hermano mayor’ de larga distancia. Respecto a los datos en el acumulado del año, el transporte ferroviario a nivel global -tanto Cercanías, media distancia y larga distancia- cayó en conjunto un 0,4 por ciento, un descenso que se debe sobre todo al descenso un 0,8 por ciento del transporte de pasajeros en Cercanías frente al leve aumento en los trenes de media distancia (0,5 por ciento).
Por su parte, el transporte en autobús se mantuvo como la tercera opción de viaje de larga distancia hasta los 1,38 millones de usuarios, aunque descendió un 1,4 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, si se suman los desplazamientos cortos y medios, la cifra crece un 0,4 por ciento hasta los 56 millones de usuarios.
Por su parte, el transporte marítimo descendió un 6,9 por ciento, hasta 765.000 viajeros, mientras que retrocedió un 4,4 por ciento en el conjunto del año.
diariodenavarra