Una asociación de amigos del ferrocarril ha recuperado este tren de vapor en el que viajaban nuestros ancestros en la localidad madrileña de Arganda del Rey. El carbón es el combustible que alimenta la caldera. Durante cuatro kilómetros el tren se adentra en la ribera del Jarama en lo que era una antigua línea del ferrocarril. Su avance parsimonioso permite deleitarse con el paisaje. Y en hora llegamos a la estación tras disfrutar del viaje del AVE de nuestros abuelos.
Fuente y fotografía: telecinco