viernes, mayo 3, 2024
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Estaciones, talleres y pasos bajo nivel entre las cuentas pendientes del tren

UNA RED CON DIFERENTES FALENCIAS Y, POR AHORA, CON MUCHA IMPROVISACIÓN

Desde octubre pasado el servicio eléctrico une Constitución con La Plata, pero hay numerosos rubros por cubrir para completar las obras que mejorarán la red. En Transporte afirman que este año comienzan con esas tareas

Después de varias décadas de postergaciones y anuncios incumplidos, 2017 marcó la concreción de un antiguo anhelo de los platenses. Desde octubre pasado, se puede viajar ente nuestra ciudad y la capital federal en trenes eléctricos. Pero si bien la llegada de los modernos convoyes chinos a la cabecera de 1 y 44 marcó un hito, es apenas una escala en un plan de obras que todavía tiene muchos cabos sueltos: estaciones, pasos bajo nivel, talleres, centrales eléctricas, renovación de rieles, figuran en el debe; las autoridades nacionales aseguran que durante el año que acaba de comenzar se pondrán al día con algunas de esas cuentas pendientes.

De su finalización depende que las ventajas de contar con servicios eléctricos en lugar de los antiguos diesel empiecen a manifestarse de manera práctica y funcional. Por ahora, la grilla de frecuencias y velocidades es similar a la que caducó en septiembre de 2015. Y las comodidades que las paradas ofrecen a los usuarios, al menos en casi todo el segmento local de la línea -exceptuando a City Bell-, son las mismas o menores que antes, debido a la permanencia de apeaderos provisorios.

El 18 de octubre pasado, los primeros convoyes eléctricos conectaron las cabeceras platense y porteña del ramal vía Quilmes del Roca, parando en todas las estaciones intermedias. O casi todas. Por entonces, Ringuelet y Pereyra, en nuestra región, estaban desafectadas; se prometió que en cuestión de días se incorporarían al servicio, pero a pesar de que avanzaron las obras aún no figuran en las grillas oficiales que comunican los horarios de arribos y partidas. El futuro de Pereyra, con una complicada historia de conflictos desde que se inició la electrificación, es más brumoso que el de Ringuelet.

EN LA ESTACION GONNET, REFUGIOS Y ACCESOS INCONCLUSOS/ ALEX MECKERT

Tampoco las instalaciones de Villa Elisa, Gonnet, Tolosa y La Plata son las definitivas, y las estructuras temporarias, accesos incompletos, escaleras y andamios tubulares siguen predominando. Adjudicadas a fines de 2016, con seis meses de plazo de ejecución estipulados en los pliegos licitatorios, las estaciones están entre los ítems más demorados.

Además de la indispensable elevación de los andenes, dado que los nuevos vagones no cuentan con escalerillas, la remodelación de las paradas incluye la colocación de asientos, refugios, accesos para personas con movilidad reducida, cestos y cartelería con información al pasajero. Con el aumento en la cantidad de pasajeros que trajo la electrificación -la unidad ejecutora ferroviaria calcula que a diario usan el ramal 150 mil- comenzaron a escucharse las primeras quejas; por ejemplo, quienes abordan el tren en Gonnet señalan que sólo existe un ingreso a la estación, en uno de sus extremos, y con una escalera provisoria.

LA ESTACION DE 1 Y 44 ESPERA UNA RESTAURACION PATRIMONIAL/ ALEX MECKERT

Las autoridades aseguran que “hay obras muy avanzadas en la mayoría de las estaciones”

La renovación de vías está en proceso licitatorio” señalan en Transporte de la Nación

En el ministerio de Transporte señalan que “están avanzando las obras en las estaciones de Quilmes, Berazategui, Hudson, Pereyra, Villa Elisa, Gonnet, Ringuelet y Tolosa”. Y agregan que “en Berazategui y Quilmes se están construyendo los andenes definitivos de hormigón, en el marco de proyectos integrales con gran impacto en el entorno urbano, sumando iluminación, áreas verdes y nuevos accesos, y preservando el patrimonio con el asesoramiento de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos”.

“Las estaciones de Plátanos y Hudson están próximas a finalizarse, Constitución está en un proceso de renovación integral y en los próximos días se iniciarán trabajos en Wilde, Villa Domínico, Sarandí y Darío Santillán y Maximiliano Kosteki” (Avellaneda).

Otra de las cuentas pendientes del Roca es fácil de notar desde la parada de Tolosa. Y es sencillo advertirla porque donde estuvieron los muros de los emblemáticos talleres que supo erigir Otto Krause hay poco más que tierra arrasada. Sólo se conservó un fragmento de la más que centenaria fachada, para desazón de los vecinos interesados en la preservación patrimonial. Algunas vigas metálicas recién empiezan a hincarse en el suelo, para sostener la estructura de los enormes tinglados que serán depósito de trenes, espacio para el lavado, acondicionamiento y reparaciones ligeras.

“La obra en el taller de Tolosa avanza también según cronograma” afirman en Transporte: “y cuando esté terminado, el año que viene, permitirá que el ramal cuente con su propio depósito de trenes, equipado con última tecnología. Actualmente, finalizados los trabajos de desagües, se están montando las columnas de catenaria para que puedan ingresar los coches desde las vías al taller, y se está comenzando a armar la estructura metálica del galpón”.

RITMO Y VELOCIDAD

El servicio de trenes entre Constitución y La Plata se interrumpió en septiembre de 2015, cuando corría cada 25 minutos -y tenía tres servicios rápidos que llegaban en 55 minutos-, para permitir el avance de las obras de electrificación de la vía Quilmes; a fines de abril pasado, había llegado hasta City Bell y Villa Elisa, alternativamente, por lo que entre esas localidades y la cabecera de 1 y 44 se viajaba en micros rentados por el ministerio de Transporte. En octubre se habilitó el trayecto entre la capital bonaerense y la nacional, los colectivos pasaron a la historia y las formaciones empezaron a correr con intervalos de media hora.

Desde entonces, completar el viaje demanda una hora y quince minutos, lo que se presenta como un ahorro de un cuarto de hora respecto de lo que se demoraba hasta 2015, pero está lejos de los 55 minutos prometidos por el entonces titular de Transporte, Florencio Randazzo, cuando presentó la obra hace dos años y medio; en esa ocasión pronosticó que correrían servicios cada doce minutos y que la electrificación se completaría en el curso de tres meses.

La grilla actual se mantendrá hasta que se termine el proyecto de electrificación en su totalidad, con el montaje de pórticos y catenarias (conjunto de ménsulas, alimentadores y cables que abastecen de energía a los trenes) en todas las vías, y la conexión a la red nacional de la nueva subestación Quilmes, cuya obra “está próxima a terminarse”, se adelantó.

Se calcula que, abundancia de electricidad mediante, las frecuencias irán aumentando gradualmente hasta que en 2020 circule por el ramal un tren cada 14 minutos. Para que esto suceda sin provocar un sensible impacto en la red vial de una amplia zona del partido de La Plata (debido a la cantidad de tiempo en que las barreras permanecerían bajas en pasos a nivel como los de Centenario y 502 -Gonnet-, 1 y 32, plaza Alsina, 1 y 528 bis -Tolosa-, y 2 y 415 bis -Villa Elisa-) está planificada la ejecución de cruces subterráneos. Además de polémicos, sobre todo en el caso de 1 y 32, que es una mega-obra cuestionada por un grupo de vecinos y profesionales, estos pasos por debajo del tendido ferroviario duermen el letargo de la indefinición en materia de fechas.

250
Son los millones de dólares invertidos en la electrificación y “renovacion integral” del ramal Vía Quilmes del ferrocarril Roca, obra que ejecuta el ministerio de Transporte de la Nación con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que comenzó en 2015.

 

Fuente y fotografía: eldia

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