Como parte de un trabajo conjunto entre los distintos actores del sector, las concesionarias ferroviarias y la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) integraron un grupo de trabajo para buscar consolidar una conexión con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Lo anterior de acuerdo con Erich Wetzel Storsberg, Director General de Ferrovalle, empresa que, por ser la sede más cercana a esta obra, es la principal responsable de este grupo de trabajo que se realiza con el fin de tener medios de transporte mejores conectados en materia de carga.
Al conectar el ferrocarril con el NAICM se facilitará el movimiento de la carga que se planea reciba este recinto”, indicó Wetzel Storsberg.
Ello a través de una vía de alrededor de 4.5 kilómetros que unirá al ferrocarril con el NAICM, con una inversión aproximada de 80 millones de pesos y cuyo derecho de paso no generará mayor conflicto al planearse en terrenos que pertenecen a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Asimismo, agregó que esta iniciativa no sólo se plantea para el futuro funcionamiento del espacio aeroportuario, sino desde su construcción, ya que a través del ferrocarril buscan no saturar las carreteras aledañas a la obra en la que se construirá el proyecto al momento de transportar materiales.
Lo anterior, debido a que la carga camionera moverá en la región aproximadamente 50 millones de metros cúbicos de material para construcción, que se podrían mover a través de 640 mil carros de ferrocarril, o en su defecto devendría en la circulación de un millón y medio de camiones carga en las cercanías del NAICM.
No obstante, lo anterior no significa que el autotransporte quedará fuera de las operaciones, ya que el Director General de Ferrovalle comentó que uno de los planes es realizar una labor conjunta que consiste en que las otras concesionarias que pasan por la región, Kansas City Southern de México (KCSM) y Ferromex-Ferrosur, muevan el material necesario para la construcción del NAICM, realizando posteriormente un intercambio con Ferrovalle, cuyos ferrocarriles acercarán el material al nuevo aeropuerto, para de ahí ser trasladados por autotransporte en distancias cortas a los puntos exactos en los que el material será requerido.
Según Wetzel, esto servirá como ejemplo de colaboración entre distintos actores de carga, complementándose en las tareas de movimiento de mercancía y brindando beneficios a los habitantes de la región.
T21
