Técnicos de Colono S.A. explican la estrategia para fortalecer el mercado Barranqueras-Vilelas, generar más volúmenes granarios operados y achicar en cada campaña el descuento logístico para la salida de la producción desde ese lugar.
El costo de traslado de la producción generada fronteras adentro del Chaco es, desde siempre, una desventaja comparativa que cargan los productores de esta parte del país con respecto a los que desarrollan su actividad cerca de los puertos exportadores de granos. Buscar (y hallar) la mejor solución para reducir ese costo logístico, de modo que sea menor su impacto en la rentabilidad final de cada agricultor, es uno de los objetivos orientadores de las políticas públicas del gobierno provincial aplicadas por la Compañía Logística del Norte S.A. (Colono).
Juan Camarasa y Adrián Atanasoff, del equipo de profesionales de la compañía, explicaron a NORTE Rural las claves para el desarrollo de un mercado físico granario en el complejo portuario Barranqueras-Vilelas, en el que todos los operadores de granos juegan un rol determinante, actuando bajo las reglas de la oferta y la demanda.
“Los beneficios de la infraestructura logística que tiene el Estado deben trasladarse (y de hecho con la intervención de Colono lo hacen) a toda la cadena productiva”, define Atanasoff, mientras repasa el objetivo de la empresa de “mejorar las ventajas logísticas y trasladarlas en forma eficiente a todos los actores”. “Todos los descuentos que se producen en la cadena logística, según la metodología que aplicamos desde Colono, deben llegar directamente al productor”, acota.
30 dólares por tonelada
De los 32 dólares por tonelada de descuento logístico que ofrecía en la campaña agrícola pasada el Centro de Acopio y Embarque Barranqueras (elevador operado por Colono S.A.), para esta temporada ese valor se redujo a 30 dólares/tonelada en el transporte de la producción hacia el Gran Rosario, vía fluvial.
Con esa propuesta para el costo fluvial, el flete carretero corto desde el interior chaqueño hacia el complejo Barranqueras aparece como la opción más sustentable, dada la cercanía que permite a los transportistas locales hacer mayor número de viajes con ese destino que fletes directos hacia Rosario.
Haber logrado reducir dos dólares ese costo de una campaña a otra resulta de una razón excluyente: la mayor cantidad de operadores que eligen a ese Centro de Acopio para comercializar la producción y el mayor número de navieras que operan en el riacho Barranqueras.
“Lo que genera la baja de costos es la competencia en igualdad de condiciones en el Elevador de varios operadores”, subraya Juan Camarasa. “Hemos logrado consolidar ese esquema, con una cantidad estable de exportadores. Como segunda etapa, nos propusimos incrementar el número de navieras y lo estamos logrando, porque en nuestro Centro de Acopio el año pasado operó una sola y este año hay una nueva empresa”, comenta.
“El mercado Barranqueras-Vilelas se está consolidando. Este permite la existencia de un mercado logístico transparente”, destaca Atanasoff, dando cuenta antes de la posibilidad de trasladar en forma más transparente el precio pizarra Rosario a la producción local.
El funcionamiento de ese mercado logístico Barranqueras-Vilelas es posible por el valor fijo en dólares del transporte fluvial por barcazas, establecido en esta campaña en 30 dólares. “Esta tarifa fija se descuenta al valor de la pizarra de Rosario, y nos permite ofrecer un precio cierto al productor, quien de esta manera ya conoce el valor al momento de entregar su producción”, explica Atanasoff.
Este mercado que opera volúmenes físicos y que permite fijar una suerte de precio pizarra Barranqueras tiene como antecedente cercano -que le otorgó mayor fortaleza- las 150 mil toneladas operadas en la campaña 2014/15 por el elevador de granos que administra Colono S.A. y otras 100 mil toneladas que operaron los demás actores con actividad en el riacho.
“Una vez que logramos ese precio Barranqueras-Vilelas, podemos actuar sobre el resto de los factores de costos para intentar bajarlos”, comenta Atanasoff, insistiendo en la buena novedad de la baja del costo logístico, de 32 a 30 dólares por tonelada.
Un plan estratégico y su impacto
La propuesta de Colono -plasmada en el Plan Estratégico de la empresa- genera beneficios directos para el productor, para el transportista de cargas y para toda la cadena logística en general. Es que, más allá de la coyuntura en materia de infraestructura logística, la compañía fue creada con la misión de formar una red de logística integral que permita obtener altos niveles de eficiencia en el traslado multimodal de la producción hacia los puntos de industrialización y exportación, reduciendo así los costos de transporte pese a las largas distancias.
Para el productor, las ventajas son evidentes y directas: recibe un mejor precio por su producción al reducirse los costos logísticos. “El Estado interviene directamente sobre la logística, provocando un efecto directo en la cadena”, expone Atanasoff. Mientras, Camarasa agrega al respecto: “La propuesta concreta es transparente porque se aplica el descuento de 30 dólares al precio pizarra Rosario, que es el costo logístico”.
En tanto, para el transportista chaqueño de cargas, la posibilidad de hacer más viajes hacia Barranqueras (por la proximidad desde el interior) supone en la cuenta final mayores beneficios.
“Colono busca balancear los modos logísticos. Utilizar barcazas y trenes para los trayectos más largos, y el camión para los más cortos. Si le sacamos presión al camión, el modo más demandado, derivamos demanda hacia otro modo. En un juego de oferta y demanda, y al haber menor demanda el precio debería tender hacia la baja”, expone Camarasa.
Esta visión, finalmente, deberá producir una mayor fluidez operativa y más rotación en los viajes hacia Barranqueras, lo que supone para el transportista menos gastos en viáticos y la posibilidad de retornar en el mismo día a su hogar. “Este trabajo se proyecta para los transportes que tengan su centro económico en la provincia, y como una forma de defender el trabajo chaqueño”, concluye Atanasoff.
Intervenir para un balanceo óptimo de cargas
El cambio plasmado en la oferta productiva chaqueña, con la soja como cultivo predominante, forzó una transformación notable del escenario en la comercialización. “Este fenómeno hace que la oferta de granos sea concentrada y, su demanda logística, consecuentemente también”, explica Juan Camarasa.
En ese contexto, el incremento del área de soja y un detrimento de los cereales y el algodón está provocando en esta campaña “una demanda muy fuerte de logística en abril/mayo, al ritmo de la cosecha de soja, igual que ocurre también en este período en el resto del país”, resalta.
Mientras se completan inversiones estructurales (reactivación del ferrocarril Belgrano Cargas y optimización de la Hidrovía Paraná-Paraguay) existen también otros “desafíos pendientes, como la revisión del marco legal de la logística fluvial de cabotaje, y finalmente gestión, que en parte puede ser encarada por el sector privado, pero donde el Estado también puede jugar un papel de desarrollador allí donde los privados, ya sea por aversión al riesgo, falta de capacidades o atractivo de mercado, no emprendan”.
“Todas estas cuestiones no se logran en dos días”, señala Camarasa. Por eso, de la coyuntura rescata varios logros. Por ejemplo, las más de 150.000 toneladas que se movilizaron por barcaza rumbo a Rosario desde el Elevador Barranqueras en la campaña pasada. O el buen volumen que transportó el Belgrano Cargas, con más de 250.000 toneladas, que ayudaron a descomprimir la presión sobre el camión.
“Este año apostamos a consolidar esta integración, con tarifas que tal vez pueden entenderse que no constituyen una mejora notable y directa para el productor; pero que, de no haberse desarrollado el escenario, serían aún peor, pues se estaría volcando sobre el modo logístico carretero aún más carga, más presión y con tarifas tal vez menos competitivas que las vigentes”, analiza.
Así, revela, en lo que es el movimiento de granos, la visión de Colono: intervenir en la operación logística para lograr un balanceo más óptimo de las cargas, profundizando las acciones que impulsen el funcionamiento del Centro de Acopio y Embarque Barranqueras y el complejo portuario Barranqueras/Vilelas, y la logística fluvial para abaratar costos.
Por último destaca que las mejoras en infraestructura y en gestión tienden a una mayor competencia en el mercado, una logística más equilibrada que redunda de manera indirecta, primero, y directa, después, en mejoras hacia los productores. “El camino recorrido nos demuestra que es posible y tiene sentido. Este año estamos logrando una baja en el descuento de Barranqueras, aunque somos conscientes de que falta aún mucho por hacer para que el impacto sea más visible para el productor”, concluye.
Diario Norte
