León – 03/01/2023: Todos los 3 de enero, desde el año 1944, hay un municipio que se levanta recordando la tristeza que produjo la mayor tragedia ferroviaria que este país ha vivido. Ahora en pleno siglo XXI la situación del ferrocarril ha cambiado, la seguridad ha aumentado, los vehículos y las vías se han modernizado, y, por suerte, los siniestros han bajado notablemente, este martes 3 de enero de 2023 se cumplen 79 años de un precedente que nadie puede olvidar y que, desgraciadamente, entró en los anales de la historia.
Y es que el 3 de enero de 1944 el Tren Correo de Madrid a La Coruña, una locomotora en maniobras y un tren de mercancías chocaron dentro del túnel n.º 20 de la línea Palencia-La Coruña, a la altura de la localidad leonesa de Torre del Bierzo.
La autoridad judicial afirmó que habían sido 87 los muertos, aunque la sociedad en general auguraba que podrían ser muchos más, estimándose 200 fallecidos, aunque otros medios apuntaban entre 500 y 800. Sin embargo, una investigación publicada en 2019, con motivo del 75 macabro aniversario, concluyó que fueron 100 los muertos (94 de ellos en el tren correo) y 111 heridos.
No era de extrañar la cifra elevada debido a las fechas navideñas, en las que se producían un gran número de desplazamientos y los vagones estaban atestados de viajeros tanto en los asientos, como en los pasillos y en las escaleras de acceso.
Quienes corrieron la voz del número de muertos fueron los testigos, vecinos de la localidad que comenzaron ese año 1944 con horror ante la desgraciada acaecida. Y es que todavía hoy sus nietos siguen haciéndose eco de lo que los abuelos vivieron aquel negro día en el que hasta el cielo se oscureció.
TUNEL 20 TORRE DEL BIERZO
El accidente se debió principalmente al mal estado de las infraestructuras ferroviarias que, desde el final de la Guerra Civil, se encontraban en un estado pésimo. A esto se unía el mantenimiento precario y deficiente de aquellos años de la posguerra. A ello se añade la presión a la que se supone estuvo sometido el maquinista del tren correo para continuar viaje, aun sabiendo que los frenos se encontraban en un estado deplorable.
La tragedia fue mayor al producirse el choque dentro de un túnel e incendiarse los vagones que quedaron dentro de él. En caso de que el choque se hubiera producido al aire libre, las consecuencias hubieran sido menores. Además, el desastre pudo haber sido mayor si el maquinista de la locomotora de maniobras no se hubiera sacrificado y el mercancías no hubiese frenado.
El retraso del tren correo en Astorga durante nueve minutos para comprobar el sistema de frenado también influyó en el choque, ya que este convoy se encontró con la locomotora de maniobras y el mercancías a causa del mismo.
Al parecer, el maquinista de la locomotora titular había advertido del problema de frenado, pero aun así se reanudó la marcha con una sola locomotora. En el descenso del puerto el convoy ganó velocidad. Tenía que efectuar parada en Albares de la Granja pero el maquinista no pudo frenar, mientras el jefe de la estación lo veía pasar a toda velocidad a las 13:10 horas.
Inmediatamente telefoneó a la estación de Torre del Bierzo para anunciar que el Correo 421 había perdido los frenos. El jefe de Torre del Bierzo mandó poner traviesas en la vía intentando frenarlo, pero no dio tiempo: en menos de cinco minutos el correo entraba en la estación haciendo sonar el silbato en señal de alarma y continuó hasta entrar en el túnel número 20, hoy desmontado y convertido en trinchera.
En dicho túnel se encontraba una locomotora de maniobras 4421 con tres vagones. El maquinista, advertido por el jefe de estación, estaba tratando de alejarse de la estación en el mismo sentido cuando el correo le alcanzó dentro del túnel.
Debido a la violencia del choque, los dos últimos vagones de la locomotora de maniobras se quedaron dentro del túnel, mientras que la máquina y el vagón restante salieron por el otro lado del túnel. También la locomotora del correo y los cinco primeros vagones (equipajes, dos de correos y dos de 1.ª clase) quedaron dentro del túnel. El coche mixto de 1.ª y 2.ª clase quedó en parte dentro del túnel y en parte fuera. Los 5 vagones de 3.ª clase y el coche pagador quedaron totalmente fuera del túnel. Los vagones que estaban dentro comenzaron a arder.
Ajeno a esta tragedia, en sentido contrario, circulaba el tren de mercancías (carbonero) número 7742 que tenía previsto realizar el cruce con el tren correo en la estación de Torre del Bierzo (debido al retraso que llevaba el correo 421, ya que el cruce estaba inicialmente previsto en Bembibre). Llevaba 27 vagones de carga y un furgón. El choque había destrozado los cables que movían las señales, y se habían quedado en vía libre para este tren en la estación de Torre del Bierzo. Por tanto, el fogonero echó más carbón en la máquina y el mercancías continuó su marcha.
Cuando el mercancías salió del túnel número 21, primero se encontró con el maquinista de la locomotora de maniobras, que había salido ileso del choque y trataba desesperadamente de evitar una tragedia mayor avisando al mercancías. Detrás de él, a solo 200 metros de la salida del túnel 21, se encontraba la máquina de maniobras. Al ver al maquinista, la pareja conductora del mercancías trató de frenarlo pero no había espacio suficiente. Como resultado de este choque, las locomotoras de maniobras y del mercancías descarrilaron y los primeros vagones de este último tren volcaron (matando al maquinista del tren de maniobras que había avisado). El silbato de la máquina de maniobras se abrió y estuvo sonando hasta que se acabó el vapor que había en la caldera.
Como consecuencia del accidente la locomotora, los tres furgones de cabeza y los dos primeros coches de 1.ª clase descarrilaron dentro del túnel, sufrieron graves daños estructurales y al poco se incendiaron por completo; el tercer coche, de 1.ª y 2.ª, descarriló igualmente y sufrió también importantes daños, pero ya parcialmente fuera del túnel; el primer coche de 3.ª descarriló ya totalmente fuera del túnel y sufrió daños moderados; mientras que los cuatro restantes coches de 3.ª y el furgón administrativo no descarrilaron ni sufrieron daños apreciables.
De hecho con esos cuatro coches y el furgón se improvisó un tren que al poco tiempo regresó hacia Astorga y León con los supervivientes y parte de los heridos.
Torre del Bierzo no ha querido nunca olvidar este dantesco hecho. Cuando se cumplían 75 años del mismo, se colocó una placa por los desaparecidos juntos al Ayuntamiento. Y en el año 2022 de la Fundación Cultura Minera acogió la proyección del documental “El tren de los desaparecidos”, ganador de la primera edición de Premios de Periodismo Adif.
La efemérides también se recordó con la presentación del libro de relatos cortos “Un lazo rosa”, escrito por Manuel Garrido. El título de la obra hace alusión a lo escrito en el acta que un juez de Ponferrada levantó tras el trágico accidente: «una niña de unos cuatro años, con vestido rosa y un abrigo azul, que lleva en el pelo un lazo rosa».
Otras tragedias ferroviarias
La del Torre del Bierzo fue la mayor tragedia, pero las vías de nuestro país han cosechado numerosos accidentes ferroviarios. Uno de los últimos y más sonados ha sido el del, comúnmente, denominado el del “Alvia”. El accidente ferroviario de Santiago de Compostela o accidente de Angrois se produjo el miércoles 24 de julio de 2013 cuando un tren Alvia, que viajaba de Madrid a Ferrol, descarriló en la curva A Grandeira de Angronis, a unos tres kilómetros de la Estación de Santiago de Compostela. De las 224 personas que viajaban a bordo —218 pasajeros y seis tripulantes—, 144 resultaron heridas y 80 fallecieron.
El tren viajaba a 191 km/h cuando entró en la curva del accidente, duplicando la velocidad máxima de 80 km/h. Cuando el maquinista se percató de la situación, accionó el freno de emergencia. El accidente fue grabado por una cámara de seguridad que muestra los trece vehículos descarrilando y cuatro dándose la vuelta. En el lugar del accidente, el sistema de seguridad utilizado era el Anuncio de Señales y Frenado Automático. Este accidente fue el primero que sucedió en una Vía de la Alta Velocidad de España.
La “Tragedia del Cuervo”: El 21 de julio de1972 murieron 77 personas tras descarrilar el ferrobús Cádiz-Sevilla. Algunos medios locales elevaron la cifra de muertos a 86.
El llanto de El Cuervo
El ferrobús que hacía el trayecto Cádiz-Sevilla con 200 pasajeros y cuatro vagones, salió de la estación de El Cuervo (Sevilla), a pesar de que las señales se lo prohibían, chocando a los pocos minutos de manera frontal con el tren expreso Madrid-Cádiz, con 500 pasajeros, un convoy con 14 coches tirados por una locomotora diesel.
Fuente: La Razón