El 10 de marzo de 1993 se ponía en práctica el Decreto 1168/92, que dejaba de comunicar por medio del ferrocarril a importantes regiones de Argentina.
Desde su nacionalización en 1948 y principios de la década de 1990, el sistema integrado del transporte ferroviario, operando trenes de carga y de pasajeros, ya sea de larga distancia, como interurbanos y las distintas líneas del área metropolitana de Buenos Aires, estuvo bajo la órbita del Estado con distintas denominaciones, adoptando hasta el fin de sus días el nombre de Ferrocarriles Argentinos.
Ferrocarriles Argentinos tuvo sus épocas de esplendor, pero siempre marcadas por el Estado como una empresa “deficitaria”, nunca fue atendida completamente en todas sus necesidades, llegando de esta forma a la década del 80 con una imagen muy negativa con respecto al estado general del sistema y de las posibilidades de revertir el deterioro.
El Estado se fijó como uno de sus objetivos políticos el de reducir el abultado déficit de la empresa, reorientando a otros sectores y dando de baja a personal que consideraba sobrante.
El 17 de agosto de 1989, se sanciona la ley Nº 23.696 (Ley de «Reforma del Estado») finalizando un ciclo histórico y dando paso a otro con la privatización de una serie de actividades económicas y productivas, entre las cuales fue declarada Ferrocarriles Argentinos. Ese mismo año, por medio del Decreto N 666/89, se establecía la norma específica para las actividades ferroviarias.
El 10 de marzo de 1993, mediante el decreto 1168/92, dejaron de circular en forma masiva los trenes de pasajeros interurbanos y de larga distancia que unían el suelo argentino. La desaparición de la mayoría de los servicios de trenes condujo a la desaparición de muchos pueblos, dejando en la calle a miles de obreros, y permitiendo que el transporte automotor tomara las riendas del transporte de cargas y pasajeros, dejando de lado todo un sistema de comunicación que favorecía a la productividad y beneficiaba a gran parte de la sociedad.
A partir de ese momento la operación de las líneas metropolitanas en Buenos Aires, fue adjudicada a seis concesionarios, los que brindaban el servicio bajo las condiciones fijadas. A la fecha solo quedan dos vigentes, Metrovias y Ferrovias.
Bajo el Decreto 2075/2002 es declarada la emergencia ferroviaria, por lo que solamente se les exigía a las empresas ferroviarias mantener los niveles de seguridad operativa y no exigía mejoras en el confort de dichos servicios.
Con un nuevo gobierno democrático, se reafirma la política de proteger al ferrocarril, para lo cual primeramente se deroga el decreto 1168/92, y se promulga el decreto 1261/04, por el cual el Estado asumía nuevamente el control de los servicios ferroviarios de corta, media y larga distancia que no hayan sido concesionados o que las concesiones hayan sido rescindidas o devuelto al estado.
A partir de aquí se dan una serie de transformaciones que se encuentran vigentes en estos días, donde aparece Trenes Argentinos Operaciones, empresa encargada de la operación de algunos de los trenes de larga distancia, el Tren de la Costa, el servicio internacional de Posadas – Encarnación y los trenes de las provincias de Entre Ríos, Chaco y Salta. Por otro lado esta Trenes Argentinos Infraestructura Ferroviaria empresa encargada de todo lo relativo a lo que su nombre indica, Trenes Argentinos Cargas encargada de correr los trenes de carga de la Líneas Belgrano, Urquiza y San Martin.
Con esta estructura comienzan a darse cambios orientados a recuperar los ferrocarriles al servicio de la población. Esto se ve en las inversiones en infraestructura ferroviaria de las redes troncales de larga distancia y del área metropolitana, además de la incorporación del material rodante 0km para el área metropolitana y larga distancia, donde actualmente en las líneas San Martin, Mitre, Roca y Sarmiento los coches y locomotoras han sido renovados por material nuevo con la última tecnología.
Hoy día, como consecuencia de distintas situaciones, solamente se encuentran activos unos pocos servicios de larga distancia, no así en el área metropolitana de Buenos Aires donde se han enfocado las inversiones para mejorar el servicio.
Nuestra esperanza es poder volver a tener conectado todo nuestro territorio a lo largo y ancho con un sistema ferroviario eficiente, para lo cual ya se están llevando adelante las inversiones en distintas áreas, es un proceso que va a llevar tiempo, pero sigue estando en la agenda política del estado nacional.
Agencia Rieles
