Buenos Aires – Argentina – 01/03/2022:El Secretario General de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, saludó y realizó algunas reflexiones con motivo del Día De Los/as Trabajadores/as Ferroviarios/as. Comenzó haciendo un breve análisis del contexto histórico en el que se nacionalizaron los ferrocarriles, para trazar luego un paralelismo sobre las necesidades actuales del sistema ferroviario:
“En primer término quiero saludar muy afectuosamente a mis compañeras y compañeros ferroviarios, activos y jubilados. Como muchos saben, festejamos nuestro día en conmemoración de aquel 1° de marzo del año 1948, momento en el cual en el primer gobierno de Perón se nacionalizaron los ferrocarriles. Aquella decisión política tuvo, como decía el propio Perón, el objetivo de evitar un negocio ruinoso para el país en servicios financieros originados en los costos de la logística en manos extranjeras. En 1948, la estatización de los ferrocarriles estuvo en el centro de una serie de decisiones políticas destinadas a recuperar mayores grados de independencia económica. Detrás de esa medida llegaron otras como la creación de la empresa nacional de aviación comercial Aerolíneas Argentinas, el desarrollo de la flota mercante de bandera nacional, las inversiones en rutas y caminos, todas disposiciones que iban en la dirección de crear las condiciones para mejorar los costos de producción nacional, a la vez que sustituir la producción industrial extranjera vinculada ya no solo a los ferrocarriles, sino también la fabricación de vehículos, embarcaciones y diferentes modelos de aviones”.
Para Sasia, desde entonces, desde el primer peronismo, “el desarrollo de una estrategia ferroviaria nacional con sentido federal, ha sido permanentemente objeto de ataques desde diversos sectores del poder político y económico que históricamente se vienen oponiendo al progreso autónomo del país. Nosotros decimos que la ideología siempre fue la misma y los intereses ocultos también. No solo lo sufrimos los ferroviarios y ferroviarias. También las demás empresas de servicios que se encontraban en manos del Estado”.
En tal sentido, y reivindicando la tradición peronista de desarrollar una economía nacional, plantea que en el siglo XXI la tecnología, la investigación aplicada, la educación, la producción y la logística, deben ser partes de un mismo modelo de desarrollo orientado a satisfacer los intereses nacionales: “Para nosotros, como pensaba nuestro líder allá por la década del 40, también comprendemos de manera pragmática que no puede existir desarrollo nacional sin el control estatal de la red logística. A ello le sumamos hoy el aporte de las nuevas tecnologías, la economía de plataformas, la investigación aplicada, la formación profesional y la educación para el trabajo. No se trata de cualquier tipo de logística por supuesto; tampoco decimos que no pueden coexistir empresas públicas y privadas. Lo que decimos es que la planificación estratégica debe ser Estatal y que los ámbitos de convivencia entre todos los sistemas y subsistemas de transporte deben estar al servicio del desarrollo nacional”.
Para ello cree necesario disponer de un marco jurídico acorde: “Es allí donde creemos necesario sancionar una Ley Federal De Transporte en la que el sistema ferroviario sea el eje de un ecosistema de logística multimodal que vincule el comercio interno con la política exportadora nacional, con miras a incrementar la producción regional, bajar los costos, mejorar el equilibrio ambiental y generar fuentes de trabajo genuinas. No se tratar de imponer un sistema sobre el otro, sino de que coexistan de manera inteligente y en el que cada uno de ellos aporte a un sistema integral en aquellos aspectos en que resulten más competitivos. A modo de ejemplo, ya está debidamente estudiado que el camión es el medio de transporte más rentable en distancias inferiores a los 400 km, que a partir de allí lo es el tren, que en función de ello necesitamos distribuir nodos logísticos en radios de 400 o 500 km vinculados por autovías de doble mano -o sistemas de dos más uno en carriles de sobrepaso- y por nuestra visa navegables, con las terminales portuarias, ferroportuarias y aéreas. Estos nodos deben estar interconectadas en función de las necesidades de las producciones regionales y su vinculación con el mercado externo, así como el paletizado debe estar normalizado para facilitar el trasporte multimodal. Todas estas cuestiones nos obligan a ser pragmáticos en este siglo XXI caracterizado por la necesidad de fortalecer el crecimiento económico de manera armonizada con el ambiente y bajar los costos logísticos del transporte, asegurando la integración territorial con criterio federal, a partir de la necesaria descentralización urbana de las grandes ciudades. Ambos temas son prioridad de la post pandemia y en ambos un sistema ferroviario moderno es absolutamente prioritario”.
Para finalizar destaco que: “Hoy vemos con agrado que el gobierno nacional está comprometido en invertir en el desarrollo del sistema ferroviario y lo está haciendo a buen ritmo dentro de sus posibilidades. Los trabajadores y trabajadoras ferroviarias vamos a aportar toda nuestra experiencia, compromiso y esfuerzo, para seguir recuperando los trenes de cargas y de pasajeros. Como contrapartida, continuaremos reclamando y luchando por nuestro legítimo derecho a una vida digna, garantizando salarios justos y estabilidad en el empleo con perspectivas de desarrollo personal y familiar para todos nuestros afiliados y afiliadas”.
Fuente: Agencia Rieles