Algunas de ellas son tan bellas que no querrán viajar y dejarlas atrás. RBTH te muestra las estaciones más bellas del país. La estación de tren Vítebski de San Petersburgo es la más antigua del país, abrió sus puertas en 1837, cuando el primer tren partió desde la entonces capital hasta Tsárskoye Seló (ahora Pushkin), lugar de residencia de los zares.
El edificio fue construido mucho más tarde, en 1904. Esta obra maestra de la arquitectura modernista ha servido como telón de fondo para un gran número de películas soviéticas y rusas. // Escalera principal con un busto del emperador Nicolás I.
Como cuna de los ferrocarriles rusos, San Petersburgo sigue siendo uno de los centros más innovadores de la industria. La última estación en abrir sus puertas fue la de Ládozhski en 2003.
Moscú es el mayor nodo de transporte del país y muchas de las estaciones carecen de interés turístico. Sin embargo, hay 11 antiguas estaciones que son verdaderas joyas arquitectónicas. // Estación de Kiev.
La estación de Kiev fue construida en 1912 para conmemorar el 100 aniversario de la batalla de Borodinó, que tuvo lugar contra Napoleón. Destaca el enorme arco de acero y vidrio que cubre el andén.
La estación de Yaroslavl es otra de las destacadas de la capital. Parece que la decoración en estilo neorruso está sacado de un cuento. Es la más concurrida de la ciudad y es el punto de partida del Transiberiano, el ferrocarril más largo del mundo.
En Vladivostok, al final de la ruta del Transiberiano, el agotado viajero encontrará un edificio muy similar al del punto de partida en Moscú. A principios del siglo XX la estación de tren Vladivostok fue diseñada precisamente así para subrayar la unidad del país.
El viaje por Siberia ofrece a los pasajeros la oportunidad de admirar la variedad arquitectónica de las estaciones. La estación de Novosibirsk es de estilo clásico y fue reconstruida durante el estalinismo.
La estación de Krasnoyarsk es de estilo barroco.
Merece la pena echar un vistazo a la estación de tren de Lípetsk, en la Rusia central, un peculiar ejemplo de futurismo soviético.
En un estilo más moderno, la estación de Samara, en el sur junto al Volga, es la más alta de Europa construida en vidrio y acero.
Si busca algo de tecnología alta, diríjase a Sochi. La estación de tren de Ádler, la más cercana al Parque Olímpico y la más moderna en Rusia, fue construida en 2013.