Este fin de semana ha comenzado a circular de nuevo el tren entre Altea y Calp, aunque de momento solo lo ha hecho en pruebas con maquinistas una vez han finalizado las obras de renovación de vía y acondicionamiento de la infraestructura de este tramo. De forma paralela, también se han llevado a cabo las verificaciones técnicas de las señales y del Sistema de Protección Automática de Trenes (ATP) antes de la reapertura del servicio al público.
Una vez concluidos los trabajos de obra, ya se han realizado las primeras pruebas técnicas, como las de gálibo y resistencia de las estructuras de los distintos puentes del recorrido, como son el de la N-332 en Calpe, Mascarat, Moneder y Algar. Ahora se está procediendo a los ensayos de los 25 maquinistas habilitados para circular por la Línea 9 del TRAM (Benidorm-Dénia) en el referido tramo entre Altea y Calp para reconocer los cambios existentes en el trazado, ya que antiguos pasos en trincheras han pasado a ser falsos túneles, así como para reconocer la localización de las señales laterales.
Al mismo tiempo, se verificará la instalación del ATP, sistema encargado de garantizar la seguridad de las circulaciones supervisando en todo momento la velocidad del tren y la autoridad de movimiento en función del aspecto que presente la señalización lateral de vía.
Con todo, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) no ha concretado la fecha de la puesta en servicio del tramo. Simplemente ha anunciado que las pruebas durarán varias semanas, por lo que ha insistido en la prohibición de utilizar la vía por peatones, ya que el tránsito de convoyes será continuo.
En la actualidad, FGV presta un servicio alternativo de autobuses entre las estaciones de Altea y Calp con paradas en zonas cercanas a los apeaderos de Garganes y Cap Negret y en la propia estación de Olla d´Altea, lo que provoca que para ir de Benidorm a la Marina Alta haya que bajarse del tren en Altea, coger un autobús y volverse a subir al Tram en Calp, lo que provoca un notable retraso con respecto a la lentitud de este transporte público que ha sufrido desde averías en diversos convoyes y denuncias por el mal estado de las traviesas hasta graves anomalías en los pasos a nivel de Dénia y problemas de mantenimiento en toda la línea, que de hecho han forzado a reducir la velocidad de los trenes en muchos tramos.
Las obras, que comenzaron el pasado mes de octubre, han supuesto una inversión de 9,2 millones de euros.
Trabajo realizado
Los trabajos se han desarrollado entre los puntos kilométricos 53+225 (Altea) y 64+620 (Calp), con una longitud total de actuación de 11,395 km, incluyendo las estaciones y apeaderos de Altea, Garganes, Cap Negret, Olla de Altea y Calp.
Las obras han completado la renovación integral de la superestructura de vía; el acondicionamiento completo de la infraestructura existente y mejora de algunos aspectos como sustitución de tableros, aumento de gálibo en túneles, mejora de la plataforma, mejora del drenaje, mitigación de riesgos geológicos en taludes de trincheras y terraplenes, mejoras de obra civil para soporte de las instalaciones de señalización y comunicaciones; y las actuaciones de acondicionamiento y mejora de las estaciones, según FGV.
La longitud total de la Línea 9 entre Benidorm y Dénia es de 50,8 km en vía única sin electrificar y da servicio a los municipios de L’Alfà del Pi, Altea, Calp, Benissa, Teulada y Gata. En 2015 transportó un total de 739.349 viajeros.
Según la empresa pública de transportes, la inversión se ha realizado para mejorar las condiciones de seguridad, favorecer el confort del usuario, la durabilidad de la vía y la reducción del mantenimiento de la Línea 9 del TRAM de Alicante, pero seguirá costando el mismo tiempo hacer el recorrido.